
Sueña, hombre bello. Sueña con parajes de dulces caminos, con suaves colinas que dibujen a lo lejos la silueta del despertar.
Sueña con los mil colores del cielo en tus ojos reflejados. Con la faz de la luna dormida, atenta y silenciosa, protegiendo tu descanso.
Sueña con el fin de las amarguras, con la paz anhelada tomando tus manos.
Porque ha de llegar el día, y su manto iluminado bendecirá tu sonrisa. Porque el capullo estallará enloquecido, y el eco de tu voz será el grito de guerra de un alma enfervorizada.
Sueña, porque el mundo se abrirá ante tus pasos, y no habrá hechizo que te aparte del camino.
Amanda Cabot.
Agosto 17 de 2007.-
Sueña... la noche te acoge, el día te aguarda.
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