sábado, 18 de julio de 2009

Y aquí estamos otra vez

Y vuelve el perro arrepentido, con el rabo entre las patas, con el hocico partido...

Bueno, de esto último nada, al contrario, más parada en la hilacha y metiendo bulla que nunca.

El caso es que estoy de vuelta en mi patria, que me lo pasé increíble en California, pero llegó la hora del retorno, y sin mucho que lamentar me embarqué nuevamente.

Y no echo de menos para nada. Al principio el cambio fue brusco; pasar del campo playa a la vorágine citadina casi me desquicia, pero después de hacer el correspondiente retiro espiritual en la costa de mis amores puse mi energía en equilibrio, me concienticé de que ya no tenía que pensar en dólares si no en pesos, y que todo lo que pasaba en mi existencia se iba poniendo cada día más emocionante, así que a las pocas semanas de estar de regreso ya mi vida es un carnaval, y lo he pasado de lo lindo.

Ahora, a poner las cosas en orden. A trabajar en todos aquellos anhelos que quedaron en el tintero, y que temí que nunca podría realizar. Publicar un libro? La verdad es que, a estas alturas, me da como lo mismo. Ya tengo otro blog donde empezar a hurguetear, como más orientado a ciertas aventuras tragicómicas propias de Amanda Cabot (era que no), y por acá seguiremos con los aportes en poesía, que esta vez sí que sí tienen un sabor distinto.

Ya basta de melancolías, de amores inconclusos, de besos olvidados. Desde este momento se acabaron los pesares, y como recomienda el gran maestro Basho, mi poesía será inspiradora, constructiva y bella.

Eso no significa que mi corazón de alcachofa haya dejado de latir. Al contrario, llegué más sensible que nunca, pero con una visión del amor mucho más centrado en lo universal que en lo particular. Así que, decidida a no sufrir más por pequeñeces, me levanto en armas en contra de esa pena sin tregua que me embargó por años...

Bienvenida, Lily, Amanda y todos mis personajes, que el mundo sigue siendo un vasto campo de aventuras, y mi corazón se alegra de estar siempre dispuesto a correrlas.

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