domingo, 5 de octubre de 2008

Lily from Chili

He aquí que me encuentro en el patio de la casa donde vivo, escuchando a mis espaldas el eterno rumor del mar y sus olas incansables, y aprovechándome de la beatitud de mis vecinos, quienes no le han puesto clave al wifi, pese a que me ven casi a diario instalada a pocos metros de su morada.

Y después de tanta vuelta y anuncio, que me voy a Pichilemu, que me quedo en Santiago, que me voy de nuevo, finalmente agarré un par de bolsos y me vine, pero a California! Un ligero desvío en la ruta...

Como la vida se trata no se imaginar aventuras, si no de vivirlas, decidí no hacerme ninguna expectativa sobre lo que sería mi vida en este lugar, y simplemente dediqué mis últimas horas en chilito a sufrir por lo que supuse sería un azaroso paso por Inmigración, convenciendo a los oficiales que en realidad era una turista más, que no tenía intenciones de quedarme acá por secula seculorum...

Una hermosa tormenta eléctrica despidió mis pasos en Santiago, y muerta de susto por el trance aduanero me monté en el avión, vestida con mis ropas más amables (hasta me preocupé de usar una polera blanca, a fin de crear un aura positiva en torno a mi persona), mis dos bolsos y mi inseparable notebook, y partimos miércale!!!

Cero drama en la frontera. Llegué como a las 5 am a Miami, y después del trámite me encontré buscando dónde diablos estarían los oficiales mala onda que me investigarían hasta el desayuno en el estómago. Nada de eso. Toda la gente muy amable, hasta el extremo que me encontré en la salida del aeropuerto de San Francisco aún pensando si era posible tanta maravilla.

Un par de minutos, y mi novio californiano ya estaba en el acceso ayudándome con los bolsos. Qué alegría volver a verlo, después de más de un mes de mails y llamados! Supe por fin que todo era cierto, que ya estaba en gringolandia, y más encima con permiso por 6 meses!!! Jeje...

Desde ese momento hasta ahora todo ha sido rápido, un poco confuso al principio, pero ya más encarrilado. Finalmente mi llegada a Fort Bragg, en el condado de Mendocino, ha estado plagada de buena onda, conociendo a los amigos de Ted, un nuevo trabajo onda pituto para ganarme el sustento diario, y hasta un acuerdo con una tienda de regalos muy top para vender mis creaciones!!! Así que heme aquí embalada tejiendo, trabajando unas 6 horas al día para tener mis lucas, amononando la casa (que es una maravilla, con pequeñas lauchitas incluidas), y acostumbrándome a esto de vivir en otra cultura.

Así que ahora parece chiste cada vez que conozco gente nueva (a cada rato, a decir verdad), decir la frase típica "I'm Lily from Chili", que la gente encuentra nada más graciosa, y hablar de lo lindo que es este lugar, de lo amable que han sido todos (pura y santa verdad), y que me encuentro trabajando en mi libro. Esto último es absolutamente cierto, y ya decidí que menos pajeo mental y más acción. Simplemente voy a agarrar lo mejor de lo mejor de lo escrito hasta antes de venirme, hacer las correspondientes traducciones (ya hice la prueba con uno nuevo y saqué aplausos, así que me creo toda una bilingüe), y pasearme por el condado buscando una editorial que le tenga fe a mi talento y me convierta en millonaria. O bueno, al menos que me dé la posibilidad de un contrato. Acá todo es posible.

Y de la crisis? La verdad es que como vivo en un pueblo, es decir, a 15 min del pueblo, en pleno campo/playa, sin teléfono ni TV, ni la siento. Se sabe, se escucha en la radio, se comenta en las reuniones con amigos, pero la vida sigue tal cual como hasta ahora, o bien, yo la percibo así.

Y de las elecciones? Tema obligado. Hasta el momento no he conocido a nadie que vote por McCain, casi todos son fans de Obama, pero al parecer cualquiera de las dos son buenas opciones. Veremos qué pasa el 4 de noviembre, cuando este gigantesco país elija a su nuevo presidente, y de pasadita, decida el destino económico de casi toda América Latina.

lunes, 1 de septiembre de 2008

La hora oscura.

Es mi hora oscura, el amargo elíxir que de vez en cuando recuerda correr por mis venas, y transformar mi sonrisa en caos.

Es la flor herida, la zozobra de las sombras que corroe el espíritu; el reflejo en el fondo del abismo, y una voz maliciosa que susurra en mi oído canciones de desesperanza.

Como prisión de mis anhelos.

Como martirio en mis heridas.

Cerraré mis ojos, y dejaré que el ocaso me cubra con su manto.

viernes, 29 de agosto de 2008

De viajes y descubrimientos

Me encanta viajar. Dejarme llevar por el aroma impreciso de cada lugar que visito. Descubrir el brillo o la pesadumbre en los ojos de quienes se cruzan en mi ruta, sentir en mi cara el calor particular de cada rayo de sol, que es siempre el mismo pero cambia de una latitud a otra...

Pero no me gustan esos viajes estresados tipo "descubra Europa en una semana". Cómo puedes percibir la magia de cada espacio, respirar las miles de historias que palpitan en las esquinas, si sólo haces un paseo apurado bajo el mando imperioso de un guía que quiere terminar rápido la ruta?

Hay que vivir en cada sitio! no importa que uno se pase las vacaciones completas en un solo pueblo polvoriento. Recorrer sin más indicaciones que el pulso y el instinto; descubrir rincones desde el particular punto de vista de cada uno; saltarse las rejas y dejar que los pies te lleven...

Y la gente. La gente que da vida a cada sitio es la que mejor puede mostrar su alma. Ellos jamás te llevarían a los sitios de las postales! La idea es que te abran su corazón, y conquistes su confianza para que te muestren los sitios prohibidos, aquellos vedados a los ojos del intruso y sus monedas incansables. Si lo logras, claro.

Cuántos espacios esperan para que los descubra!

martes, 26 de agosto de 2008

En la última vuelta

He aquí que me encuentro en el instante fugaz en que se cierran las páginas de un libro, y comienzan a tejerse ya las redes del siguiente. Cuántos meses de destierro! Cuántas lágrimas, silencios forzados y sueños desvanecidos se encuentran ya en un tramo perdido de mi ruta!

Ahora quiero soñar. Con la brisa del norte en mi rostro, con amaneceres en unos brazos fuertes y susurros en otro idioma...

Ya pasó el tiempo de pensar, de anhelar y morir por los delirios inconclusos.

Vamos a abrir las puertas a lo nuevo. A las aventuras, a sonreir cada mañana, a creer en cada paso, y dejar mis miedos volar a la distancia.

Porque ésta es la última vuelta. La más grande, y la más cierta.

El silencio ha dejado mi reino

Ahora que el silencio ha dejado mi reino, y que el elíxir de mis secretos ha roto su promesa. ¿Dónde están tus huellas sin destierro? ¿Dónde tu voz, creando puentes entre nuestros dominios?

Ahora que he quemado todo vestigio de mi pasado, y que se abre ante mí la paciencia inerte de mis pasos apremiados. ¿Dónde va tu vuelo? Tus dedos, serenos, ¿dónde clavan su mirada, y tejen redes que atrapen mis desvelos?

Ya mi silueta se desvanece en estas tierras.
Ya mi espíritu sale al encuentro de otras eras.
Se cierra el telón a mis espaldas.

Ahora sólo queda la esperanza de tu abrazo.

domingo, 24 de agosto de 2008

Esperando mi llegada

El silencio se hace esquivo. Evita mirarme, retrae sus pasos cada vez que decido invocarlo.
Me ahoga en su ausencia.
Me inhibe en su destierro.

Sabrá cada paso el valor de su sosiego?

Me haré cómplice de su hermandad lejana.

Seguirá el paraíso esperando mi llegada.

martes, 19 de agosto de 2008

Astro -frágil- caído en desgracia

Palabras perdidas en el horizonte, escondidas entre el cúmulo de niebla y la angustia que adormece, que libera.
Pueblan de fantasmas la quietud. Siembran la discordia y las agujas heladas corriendo por venas y mares.

Tan frágil se vuelve el silencio!
Tan solapada la mentira, el gran sarcasmo, la burla impune que apunta con su látigo sangriento corazones y batallas!

No queda siquiera el desengaño de una voz carcomida.
No aguarda el destierro su hora señalada.

Se borra el destello de un astro frágil caído en desgracia.

domingo, 10 de agosto de 2008

El abrazo de tu silencio

Se me borran las palabras en el recuerdo. Sólo tengo el cuadro intenso de los colores pujando por destacar entre el gris de un cielo cerrado, y el calor de su mirada socavando mis heridas.

Vamos, ve el paraje de mi infierno, que mi voz se ahoga en la distancia, y quiere sentir el abrazo de tu silencio de nuevo!

Antes que la primavera me encuentre.

Antes que la primavera me encuentre quiero volar entre los pétalos, viajar como nube descarriada y acoger mi espera en un abrazo cálido y sencillo.

La aurora borda ilusiones en el reflejo de mis vestidos.

Antes que el frío ocaso me abandone quiero mirar el horizonte en una tierra inhabitada. Coger de la mano amiga cada caricia, cada consuelo, y navegar entre el silencio de la brisa.

La lluvia moja mis pasos, y el sendero aguarda mi destierro.

Me despertaré temprano, acunada por la marea. Miraré a lo alto, y sonreiré, divertida, al abrir la puerta a los misterios que me llamen.

sábado, 9 de agosto de 2008

¡Qué es el silencio!

Si acaso mis palabras son más dulces y peligrosas cuando mi espíritu está en vilo; si la pasión se escapa por la punta de mis dedos cuando el destino se ensaña con mi alma, ¿deberé estar siempre en contacto con la tristeza, dejando que el hielo cubra mis párpados, cavando dolores en pechos ajenos?

No quiero más atardeceres en la inercia, en el destierro cruel de las lejanías inexploradas. ¡Quiero respirar una nueva brisa! Dejar correr las láminas de fuego sobre mi piel protegida; dormir sin sobresaltos, creyendo que un nuevo día se escribirá con trazos inmortales.

Sembraré un sendero de sonrisas implacables, y luciré en mi cuello la amatista que me ata a un sueño sin penumbras.

¡Qué es el silencio, cuando la luz del otoño se apaga en mi retina!

En un mar lejano.

Cuando ya no quede ansiedad, y en mis manos aparezcan las señales del camino en su plenitud, ¿podré respirar, aquietar mi dolorido pecho y sonreir sin sarcasmo?

¡Si tan sólo no tuviese que esperar las señales externas! Dejar pasear libre mi corazón por la tierra de las fantasías, encariñarme con el ocaso y creer en los nuevos días...

Si el peso de los años y la oscuridad se esfumasen, dejando sólo un eco delgado y moribundo...

Y aunque las palabras descansan como tesoros en mi conciencia siempre quiero más. Una nueva promesa, un nuevo descargo, la certeza de que no morirá otra vez el anhelo en mi ventana cerrada.

¡Sólo deja que pasen los días, y que mi espíritu errante decida aquietar su vuelo en un mar lejano!

lunes, 28 de julio de 2008

La distancia

Y la distancia mancilla su obra, como cruzada profética, se ahoga en su propio canto, y deja la estela sangrienta del delirio acabado.

Se rompen las cadenas de fuego en la niebla.

Se cierran los ojos de los amantes, y la flor desfallece, herida en su destierro.

Es hora de guardar los colgajos. Tal vez en otra vida renazca el frenesí.

sábado, 26 de julio de 2008

Destino que guías mis pasos

Destino que guías mis pasos en la más absoluta inercia, que me dejas exhausta y soñadora por confines desierto.
¿Es ésta mi ruta, el camino que dibujan mis pies, deslizándose serenos sobre la arena sin huellas?

Calma mi ansiedad, descubre tu mano y acaricia mi frente.

Dame un cúmulo de noches claras, con el calor de una almohada en trance. Aquieta mis tinieblas, el fondo amargo de una penumbra que no descansa.

¿Existe un lugar donde mis ojos sólo descubran fuego y el color acuoso de la marea?

Susurra en mis sueños.

Susurra en mis sueños como oleaje tempestuoso después de la calma. Déjame caer entre nubes y silencios testigos.

Quiero brindar a la ausencia mis manos fecundas, mi voz carcomida y renaciente.
Quiero quemar en su delirio el ocaso de una vida cargada de miserias.

Deleita mis anhelos con la magia de lugares que mi espíritu abandonó en otras eras. Llévame de regreso al atardecer inconcluso, a la semilla oculta por milenios, a la mítica espera de mi vientre sin huellas.

Y diré mis oraciones con la vista fija en el horizonte. Con los dedos fríos, hambrientos de lujuria, que ante la lumbre de un hogar lejano tejerán emociones con tu cabello, y respirarán el aroma de las noches que despiertan en la penumbra.

martes, 22 de julio de 2008

Era su vuelo

Era el color de la penumbra envolviendo un ensueño, a media tarde, entre la brisa y los designios de un aviso incomprensible.

Era el espacio divino entre mis manos y un tormento; acantilados quebrándose a la distancia, flores de nácar, y mi espejo, claro y sencillo, buscando la mirada perfecta sobre las nubes.

Y ese fue su vuelo. La respuesta a un silencio inconcluso, el instante de dicha que sólo los dioses son capaces de dibujar.

Era su vuelo. El reflejo de anhelos y caricias, la secreta promesa de un abrazo, y una sonrisa deslizándose por sus dedos.

Su vuelo. La armonía perfecta de una silueta enmascarada.

Su vuelo. Cálida quietud de mis venas bullentes.

Y será su voz cadena en mis manos. Atando mis temores, creciendo en mi delirio, me empujará al abismo, y acogerá mi sombra como caos y tinieblas.

viernes, 11 de julio de 2008

Toma mi mano

Anda, toma mi mano. Respira en mi aliento, con el sutil resplandor de una y cien noches en que mi almohada ha elevado sus plegarias por tus pasos y mis esperanzas.

No dejes de sonreir en la distancia.

¿Serán mis ecos canción en tu memoria?

Veo el destino cómo parece encerrarme otra vez en sus amargos juegos. Me estiro, me condeno, al frío elíxir, a la calma sin zozobras de mi corazón latiendo en soledad.

Mira mis labios, que se mueven apenas, susurrando, anhelando, marcando el compás del silencio. Cambia el color de sombra de estas horas desiertas.

Dame el calor de tu caricia más extrema. Mi piel se convierte en cenizas, temiendo la inercia. Envejezco, el tiempo amenaza con el fin del rubor en mis mejillas.

¿Seré un capítulo más de confusión y amaneceres?

¿Tiemblas cuando escuchas mi voz?

No quiero que esta humana condición me abandone antes de recorrer otra vez el camino a casa.

miércoles, 9 de julio de 2008

De mi boca se escapa tu nombre

De mi boca se escapa tu nombre, con el placer que corre a veces bajo el estanque de mis sueños dormidos.
Murmullo contenido, plegaria en vuelo.

Tu nombre derriba misterios y falsos profetas.
La voz de los árboles rugosos sugiere cerrar los ojos y abandonarme a la brisa.

De mi boca se escapan ilusiones y lamentos, heridas que buscan su exilio. De mi boca, imaginando, zozobrando, como mil escudos que protegen el arco y el delirio.

El agua está en calma

Suaves se deslizan las puntas de los dedos sobr eun papel sin dueño.
El agua está en calma.
Los ritos se convierten en susurros, y una voz palpita en la distancia.

He aquí que somos ídolos, cargando cruces y evitando los desvíos.
El agua sigue en calma.

Y a veces un resplandor de otros períodos se dibuja sobre el filo de las colinas.
El alma está en vilo. La pasión duerme con las nubes, amenazante.

Suenan los ecos malheridos.

Viento norte

Viento norte, que llamas a mi puerta con el delirio de una voz enfebrecida.
¡Calma mis ansias, toma mi angustia y estréllala en el océano!

Viento norte, poder envolvente, eco sin fin de guerreros y espíritus que no descansan.
¡Quita de mi alma este tormento, y dame la paz de tus días más serenos!

Viento norte, látigo en mi carne, susurro en mis mejillas, clamor de mi cuerpo estremecido.
¡Despierta mi silencio, aguarda mi respuesta, que el mundo corre tras tus pasos, y sólo yo quedo esperando el anuncio de la primavera!

Es sólo viento.

Es sólo el viento.
Es el aire grácil y persistente de la noche sin nubes y sin rencores.

Que se lleva en un suspiro ambiciones y sed de dicha.

Que descubre en rincones helados la plácida quietud de un espíritu que se entrega a sus brazos.

Es sólo el viento.
Es la cálida templanza que anuncia tempestades y amaneceres negros.

Que deshoja misterios, y se lleva muy lejos los ecos moribundos, y las páginas silentes de una historia sin escribir.

Que lanza en un torbellino mareas y deshonras.

Que inunda las ventanas, y llama al arrepentimiento a las almas que buscan una excusa para morir.

Y dicen que sólo es viento.

¡Déjame despertar!

Dibuja en mi almohada los ecos de una noche infinita. Trae en tus manos el reflejo sereno de los astros, como amigos, como cómplices despiadados de mis juegos en tu vientre.

¿Acaso el tiempo se escribe con letras de sal, y esperas sin destino?

Sella mi boca y deja escapar sólo un suspiro. Mi espíritu enciende colores y derriba miserias. Suena una nueva canción en el telón de mis ilusiones.

Quiere la luz sacar ventaja, y romper con siglos de melancolía.

¡Déjame despertar, y seguir siendo amante en tus brazos!

Que el tiempo corra.

Que el tiempo corra, y los ríos sean abismos encerrados.
Que la lluvia se vuelva cenizas, y mi andar consuma las horas.
Que el terror sea sólo historias enpolvadas y suplicios enmascarados.
Que la luna brille sobre mi pecho desnudo.
Y que el galope de la espuma corra sobre tu espalda y mis caricias.

Ansias en penumbras

El poder de las palabras se desvanece con el coro del silencio.

¿De qué vale el vértigo, si la sangre no se agolpa en mis mejillas?

Deja atrás tu ceguera, deja el hilo de los recuerdos fluir, y apaga el temblor de tu saliva en el eterno bloque de mis ansias en penumbras.

domingo, 29 de junio de 2008

El clamor de los cielos

Mira mi luna brillando en el silencio y la quietud de mi invierno. Mírala, sonríe desde lejos, aquiétala en el temblor inconsciente de tus labios susurrando mi nombre.

Son las alas del destino las que me llevan en su ritmo.

Son mis dedos, vacilantes, quienes me desafían a ser paciente.


Mira mi estela perderse en la bruma. Caen las hojas no escritas que guardan la semilla de mis anhelos. Y es mi rostro el que se desprende en cada lágrima por tu ausencia.

Porque el fin de la espera aún no se acerca.

Porque caigo en el sopor de la vigilia, y mis sueños se retuercen como almas despeñadas.


En mis manos se dibuja una historia de batallas y pesares. Pero el clamor de los cielos anuncia una victoria.

viernes, 27 de junio de 2008

En la ciudad todo es furia

En la ciudad todo es furioso. Las calles ladran, los espíritus cargados de malicia susurran en mis oídos aunque intente no escucharlos. La tarde se enciende en un cúmulo de palabras no dichas, de caricias negadas, de silencios invisibles.

La ciudad se escurre de mis manos como una fugaz sonrisa.

La angustia de la vida en un infierno se hace humo en segundos.

En la ciudad los pasos se pierden entre las hojas y la bruma. La mirada se convierte en dagas asesinas. Los reyes de la calle se duermen en el sopor de la angustia y el fracaso.

Mis latidos me llevan lejos de sus muros.

Dame tus sueños.

Cómo estirar mis manos en un abrazo sin tiempo, cuyos límites se fundan con los colores del atardecer!
Cómo dejar salir de mi boca el aliento que respira en las profundidades del éxtasis en calma!

Cambia el sendero en lo alto del abismo.

Cambian las alas los seres desprovistos de lujuria.

Mi alma empieza otra vez a latir, lejos del polvo, amante del silencio.

Dame tus sueños, para elevarlos sobre la cuenca mágica de mi cuerpo siempre atento!

martes, 24 de junio de 2008

Sigo sin asumir.

Hoy me encontré una nueva cana. Iba camino a una reunión, y en un vistazo furtivo al espejo del ascensor la descubrí. Casi oculta, pasando inadvertida entre los múltiples rizos que hacen de mi cabeza una copia de la melena del colocho iturra.
No sé si la perspectiva de que mi hermoso cabello castaño comience a grisear me da risa o me atormenta. Será que las múltiples vicisitudes de los últimos tiempos me están pasando la cuenta?
Siento ahora un enorme abismo cuando miro hacia atrás, y recuerdo los viejos buenos tiempos de la infancia... qué distante todo aquello! Casi como si mis recuerdos perteneciesen a otra persona, o fuesen imágenes surgidas de un destello de otras vidas.
Será sólo cansancio?
Sé que si escarbo un poco en mis rulos encontraré más pelos blancos. Creo que está llegando el fin de mi primera juventud.
Y sigo sin asumir otras responsabilidades.

domingo, 15 de junio de 2008

Mírame!

Mírame!

Estoy completa, respiro, abro los ojos.

Mírame!

Soy la faz de un sueño destruido, la amarga soledad de un camino sin retorno.

Mírame!

Cargo en mis brazos el desaliento y una pasión extinta en la penumbra.

Soy la voz de un pasado inquietante, de una noche interminable. Soy el estigma de las razas malheridas, el murmullo del viento agitando tempestades, el sabor de la sangre vertida en la arena.

Mírame!

Atrévete a decir de nuevo lo que ves en mis ojos centelleantes.

Mírame!

Se agita el oleaje de mis emociones enterradas.

Mírame!

Y dime si alguna vez así me imaginaste.

Una última caricia.

De dónde viene ahora este desaliento, este dolor por una voz callada desde hace tiempo?

Por qué se cuela en el misterio de mis sueños, y me hace creer que aún lo espero?

Sé que nunca tendré su dicha.

Sé que sus palabras para mí están ahogadas.

Quisiera el destino dejar de atormentar mi garganta!

Olvidar... qué largo es el camino! Olvidar... qué inútil mi resistencia!

Una vez más me cubre la sombra de un delirio en vuelo.

Callaré mis opciones. Ni siquiera tengo derecho a una última caricia en mi rostro.

Cómo explico al mundo...

Cómo le explico al mundo que el alma se resquebraja, que los labios tiemblan, que el anuncio de una dicha se extingue entre voces sin coros?

Cómo se cierran las puertas de un desierto malherido?

Calla el silencio; se cortan las cadenas de ilusiones.

lunes, 9 de junio de 2008

Mis párpados caen...

Mis párpados caen...
Ya no quieren esperar, embriagados de ilusiones, a que el aliento de la noche traiga nuevas palabras de senderos desconocidos.
Ahora saben qué se oculta tras el éxtasis y la distancia.

Mis ojos se limitan a delinear las siluetas de lo ajeno.
Quedé envuelta en el sudor de otros placeres; me sumergí en la gloria, como paloma ardiente, presa de mis propias desdichas olvidadas.

Mi ruina no se extingue con la aurora.
Cabalda desde lejos; como rey embravecido se adueña de mi alma, y no me queda más que ver la destrucción como si a otras tierras llegara.

Cuántas noches más deberé perder antes de recuperar mi espíritu?
Cuántos silencios serán las sombras que acompañen mi sueño?

Ardua es mi ruta. Déjenme al menos conservar mis ropas.

domingo, 8 de junio de 2008

Iluminata

Sólo queda morir para el pasado, dejar que el dolor se ensañe como mil agujas desgarrando mi carne, hasta que ya no sienta nada.

No quiero mirar atrás. No tiene caso; a qué acumular una y mil caídas como piedras que cabalgan sobre mi espalda. Mejor olvidar; olvidar que la luna brillaba, olvidar los contornos del amanecer en una ventana pequeña. Olvidar la canción improvisada, el brillo en la mirada, y las dulces palabras que se vertieron como veneno por mi sangre desbocada.

Sólo queda dejar que el tiempo pase, que mi memoria sea cada vez más estrecha. Sin pudor, sin vergüenza; después de todo, sólo queda aprender que los sueños y las ilusiones nunca se hacen realidad.

Esta vez puedo correr sin temores a esconder mis lágrimas. No habrá más alivio para la angustia de mi pecho que el sonido eterno del mar embravecido. No habrá llamadas, ni huellas de pasos que busquen mi sendero. Moriré al pasado, como cada día perece en los brazos de la noche que le sigue.

Mi corazón ya no resiste más remiendos. Tal vez sólo deba dejar que se aniquile, y que nazca de nuevo, cual fénix ligado sólo a su grandeza. Tal vez la respuesta sea dejar de latir, convertirse en polvo y arena, hasta que un nuevo aliento de vida suspire en mi alma, y me traiga de vuelta, ajena al desconcierto y la tristeza.

Quizás es la ruta que debo tomar para ser libre de verdad.

Esta vez...

Esta vez quisiera llevar mi alma al lugar sin memoria, donde las piedras del pasado ya no importen, y sólo existan mis huellas borradas en la arena.

Dibujar surcos sobre mi piel herida...

Que sea el viento quien recoja mis plegarias. Ya no habrá fondo, ni testigos; me marcharé envuelta en un halo de plata, y mil espejos reflejarán mi nombre en la oscuridad.

Esta vez quiero sellar mis labios con una canción decepcionada; mis dedos sólo vagarán sobre la superficie inmaculada de nuevos papeles para grabar silencios y murmullos.

Dicen que el dolor sólo cava hondos surcos en el alma, y entre más profundos, más amor pueden contener.

Sólo me pregunto, entre una y mil caricias desplomadas, si habrá un mañana en que mis ojos no sangren, si mi corazón se enfriará y sólo responderá con sonidos en las piedras. Si mi cabello caerá, y los sueños jamás se harán realidad.

Después de todo, cómo podría creer que serían ciertos?

viernes, 6 de junio de 2008

Recuerdos para atesorar

Qué somos? Pocos instantes atrás me enfrasqué en una conversación con una amiga sobre personas que ambas conocemos, y con las que nos ha tocado trabajar. Me comentaba sobre alguien "¿sabes? como jefa es pésima, pero es una linda persona".

No puedo aceptar eso. Es decir, no creo que seamos una multiplicidad de personalidades alojadas por horas en un soporte llamado cuerpo. Cumplimos roles, es cierto, pero en el fondo somos sólo 1 persona. No podríamos ser una persona como trabajadora, otra como amiga, otra distinta como amante... al final del día, con cuál te quedas? Cuál es la real?

Si utilizamos valores distintos para actuar de acuerdo a la "persona" que actúa en ese momento, cuál es el valor verdadero? En qué momento somos auténticos, y cuándo comenzamos a actuar falsamente?

Sería todo distinto si dejásemos de lado las superficialidades y los roles que se apoderan de nuestra individualidad, y en vez de ser muchas personas en un cuerpo seamos realmente un ser humano, completo e íntegro, que actúa de una forma congruente en las distintas esferas de su vida?

Tal vez hemos actuado demasiado tiempo como seres humanos divididos. Ya va siendo hora de atrevernos a ser quienes somos, en todo momento y lugar. Total, la vida se escapa muy rápidamente; qué recuerdos queremos atesorar para cuando seamos viejos?

miércoles, 21 de mayo de 2008

Y flotar...

...y flotar hacia una luz sin forma; desvanecerme, ser sólo un sentimiento deshecho en jirones a través de las hojas, y el tiempo...

Era luna llena...

Era luna llena cuando me besaba. Mis manos temblaban, mi cuerpo dibujaba espirales. Creí encontrar un refugio momentáneo a mi noche eterna y pesadillas; su voz enardecida me habló de tiempos y lugares distantes, y en su mirada hallé las luces de mares y horizontes lejanos.

Era luna llena; los pálidos reflejos del amanecer inquietaban el pulso de mis labios afiebrados.

Y el eco de sus sueños dibujó ilusiones por sendas desconocidas en mi memoria.

Esta noche su luz derrama círculos de hielo en la distancia, pero mis ojos, ciegos en la espera, sólo distinguen figuras inertes.

La luna se oculta a mi espíritu, y esconde sus pasos a mis dedos ateridos.

Cómo recordar...

Cómo recordar sin pausas que mi destino se ata al suyo a través de un delgado cordel invisible tendido en la distancia...

Cómo no olvidar el color intenso de sus ojos que me observan desde la cima y el éxtasis...

Mis manos dibujan ecos sobre una piel sangrante.

La voz de las heridas hace escuchar su angustia a través del tiempo.

Y de mis labios brotan llamas y lágrimas. Ya no sé dónde se encumbra la esperanza.

viernes, 9 de mayo de 2008

Donde está ahora?

Dónde está ahora la caricia sutil que encendió candiles en mi alma, y que me mostró que la ruta no siempre conduce al fondo de una quebrada?

He de pagar con sangre cada desafío al destino marcado por los dioses...

Porque no parece haber elección. Todos los senderos me empujan a un final incierto, y termino mis días escondida del mundo, cubierta por el barro de mi miseria, aferrándome a una calma falsa para poder seguir caminando.

Dónde están ahora los prados exultantes de colores, la brisa primaveral que agita el pelo en remolinos? Dónde las risas nocturnas, los encuentros eufóricos bajo los truenos de una tormenta?

Otra vez el silencio rodeando mis brazos.

Otra vez el olvido marcando su huella en mi frente.

Sólo queda cerrar los ojos, y dejar que el tiempo acelere su obra macabra.

Fue sólo un paso más hacia la ruina.

Je fait une promesse

Falté a una promesa. Pero a estas alturas, a quién puede importar? Sólo somos yo y mi reflejo en las aguas de la lluvia que no cae. Sólo somos mi eco en el silencio, mi sombra en el abismo, mis ojos encandilados por fugaces pasos de soles y crepúsculos.

Porque nadie vendrá a golpear mi puerta, y sola deberé enfrentar el suplicio de cada mañana. De sonreir y ocultar los deseos por huir de miedo. De buscar valor donde ya no tengo, y esperar que el tiempo consume su gran obra. El exterminio de mi voluntad vacía.

Falté a una promesa. No creo que vengan a cobrar esa deuda.

jueves, 8 de mayo de 2008

En una lágrima...

En una lágrima caen mis idilios. En una lágrima, cruel y pasajera, se funden el ocaso pleno de colores y mis ansias de libertad.

Dame el vaso de mi elíxir ahora, y déjame morir, como última nota de una canción sin melodía, diluirme en el silencio.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Otra absurda y olvidable historia

Ya no me siento con la libertad de espíritu necesaria para decir que "todos" los hombres son iguales, o tratarlos de bípedos a secas, sin miramientos. Pero de que el 90% cae en esa descripción, no sólo estoy segura, si no el destino se encarga de recordármelo.

Semana Santa fue una buena excusa para sacar mi humanidad de la contaminación santiaguina, y retomar el encuentro con mis raíces marinas. La playa me esperaba, con unos días magníficos, aún buena temperatura, y lo mejor de todo, sin la molesta presencia de la "familia chilena", que con su basura y griteríos arruina hasta mis ganas de tomar sol durante el verano.

Tras una noche de sueño dulce y profundo, acunada por el eco lejano de las olas, desperté una mañana gloriosa con ganas de disfrutar de mi tierra. Caminé por las rocas con la pasión propia de un niño en busca de aventuras. Y terminé la tarde tejiendo en La Puntilla, sin viento, rodeada de dioses griegos. Hasta que me di cuenta que tenía unos sanos deseos de encontrarme con mi loco amor del verano.

Era éste un artista de la zona, de mi misma edad pero con serios problemas de adaptación al paso del tiempo, que recién estaba sacando una carrera, y demasiado aficionado a carretear con gente de menos experiencia. Como a mí todo me daba lo mismo inicié con él un breve pero intenso romance, que se fue al carajo cuando noté ciertas reticencias y conductas poco claras. El clásico "no eres tú, soy yo" convirtió el romántico idilio en sólo una experiencia olvidable más, pero un breve encuentro semanas atrás, que me permitió poner cosas en claro sin perder la sonrisa, me dieron la suficiente entereza como para comprender por fin que efectivamente el problema no era yo, y que incluso podía disfrutar su compañía sin complicarme demasiado la existencia.

Me sorprendí con demasiadas ganas de que el destino lo llevara al mismo bar, o de que se produjera el milagro de un encuentro casual en la calle. Ante tal panorama, que veía con preocupación que podría arruinar mi perfecto fin de semana, decidí tomar cartas en el asunto, y ya que me sabía el teléfono pese a haberlo borrado de la memoria del celular, lo llamé.

Contento de escucharme (buen punto) y cheleando con amigos en su casa (mal punto. Qué no podía estar un día este hombre sin tomar?). Hablamos brevemente, le informé de mi presencia en la zona, y tras un par de frases como jugando al escondite, quedó en que "tal vez" me llamaría, si le salía algo entretenido. Me sentí tranquila de que al menos, como él ya sabía los lugares donde yo suelo transitar, si no deseaba toparse conmigo los evitaría.

Así que la noche me sorprendió caminando decididamente hacia mi destino. Había una luna llena hermosa, como augurando buenas cosas... No quise ir al bar de siempre (mucho frío para tomar una bebida), y me encontré con amigos extranjeros en la entrada del hotel. Conversando, conversando, mucha risa, muy entretenida. Finalmente, tras acompañarlos un rato en el bar (donde terminaron arrastrándome), me fui resuelta hacia la disco, dispuesta a desvivirme en la pista.

Poca gente, ni comparado con la última vez que estuve ahí. Como ahora cultivo la paciencia, decidí darle tiempo a la noche y dejar que el ambiente se fuese armando. Poco después, ya había más público, y me lancé a sacudir el organismo.

Llevaba unas tres canciones cuando casualmente miré hacia mi lado derecho. Pude ver que entre toda la gente habían dos chicas, y en ese momento un hombre se acercaba a ellas, saludando a una con un beso en la boca que demostraba claramente que era "su" chica. Me habría dado lo mismo si no fuese porque el tipo en cuestión me miró abierta y descaradamente mientras la besaba, y era él, mi loco amor del verano.

Me sorprendió tanto que sólo atiné a mirar hacia otra parte. Seguí bailando, ligeramente automatizada, y preguntándome si era posible que fuese él. Había sido tan directa su mirada que dudé. Miré nuevamente, y era.

Me inundó una profunda rabia. Me daba lo mismo que anduviese ya con otra (total conmigo no pasaba nada), pero esa actitud infantil, como diciendo "mira, estoy con ella y no contigo" me indignaba. Acaso el imbécil tenía 15 años? Y creería acaso que me iba a herir en lo más profundo de mis sentimientos?

De hecho, no atinaba a entender si aquella escenita había sido intencional, o si era sólo una jugarreta más de los santos, que de vez en cuando se las arreglan para hacerme la vida un poco más complicada. Y si era deliverada, por qué? Acaso no había sido él quien decidió que prefería estar solo?

Sin entender nada, pero presa de una rabia que se iba poniendo cada vez más oscura, decidí retirarme del lugar. Prefería perderme la noche de baile antes de estar haciéndome la valiente y evitando quedar al lado suyo, dándole en el gusto de creer que me sacaría pica o algo similar...

Iba camino a la puerta cuando una mano me atajó. Ahí estaban mis amigos, que pese a que juraban que esa noche no irían a la disco, ya estaban instalados haciendo de las suyas. Y no dejaron que me fuera. Uno de ellos, un grandote calvo con cara de malo pero dulce como él solo, se dedicó a buscarme prospectos para bailar, ya que él tenía "dos piernas izquierdas". Después de un rato me di cuenta que el encuentro fortuito ya no me importaba. Y a la hora después estaba feliz de la vida bailando merengue con el más simpático de todos.

A lo lejos vi que el sicópata me vigilaba, besuqueando a su pareja y dándose el tiempo para ver si yo lo miraba. Me dio risa. Qué se creía?

Y pensé de verdad que nunca más sabría de él, hasta que el domingo pasado, un mes y medio después del incidente, me llamó al teléfono de la casa. Por el nombre supe que era, pero me asaltaba la duda. Ante tanta pregunta me dijo "estás con tu pololo?". Reconocí la voz, y le pregunté si era el chico de la playa. Me dijo que sí, pero que más rato me llamaba. Y cortó.

Alguien me podría explicar qué es lo que le pasa a ese individuo?

sábado, 26 de abril de 2008

Sin preguntas

Algo está bloqueando mi energía creativa. No tengo claro qué pasa. Siento mucho, y a veces las palabras brotan solas, lejos de mi control. Pero estoy perdiendo la capacidad de mantener diálogos conmigo.

Será que cada día encuentro menos preguntas a las cuales buscar respuestas?

sábado, 5 de abril de 2008

Prueba de fortaleza.

Nunca antes como ahora había sentido mi vida tan inestable. No hay camino escrito para lo que me espera. No tengo la menor idea de lo que será de mí en un mes más.

Y eso me agrada.

Aunque los días se vuelven lentos y complejos, pesados, cada vez más cargados de responsabilidades que nunca pedí ni deseé. Es tan poco lo que falta, y sin embargo, se me vuelve largo y agotador.

Pero a la vez es el tiempo que me separa de lo que más quiero: abrazar mi libertad y acariciar una piel salina y cálida...

Qué largo y agotador se me hace este tiempo.

Sólo tengo la esperanza de que por fin termine esta verdadera prueba de fortaleza.

domingo, 30 de marzo de 2008

Me siento confundida, y sin embargo, mi camino se vislumbra claro y paciente. A qué temo, si no hay dudas de hacia dónde me dirijo?

Tal vez mi propia insanía me acecha.

No quiero salir corriendo como una loca, gritando por la calle y resgándome la ropa. Pero a veces temo sorprenderme a mí misma...

Sólo me queda rogar por la paz de mi espíritu, y que la lucidez que aún me queda no me abandone.

domingo, 16 de marzo de 2008

Cierro los ojos!

Cierro los ojos!

Nebulosas se tejen junto al calor intenso de mi almohada. El cielo se abre. Me baña con la luz mortecina de la tarde.

Sólo respiro!

El aire incorruptible, mi aroma soñado. Déjame vagar sin memoria, sólo como un aura gris carente de significado.

Déjame salir de la cuenca misteriosa de mis días pasados, del anclaje milenario a temores y desdichas sin freno.

Cierro los ojos!

La noche me acosa, enciende mi sangre y me desvela. Son tan lejanas las horas en que sembré sonrisas y vientos!

Sólo respiro.

Y caeré desde montañas indomables; caeré, como las hojas mecidas por la furia de la ventisca. Caeré, y seré auténtica y libre, con los dedos temblorosos y los párpados rebosantes de dicha.

Cierro los ojos!

Dijeron que estaba muerta...

Mentira! esa loca que a veces trata de gobernarme intentó, por un momento, ponerme fuera de órbita.

No se puede vivir sin un poco de melancolía en el alma.

He aquí que vuelvo, gloriosa y más llorona que nunca, a gritarle al mundo que sigo viva, que los intentos desesperados para mandarme a territorios desconocidos no dieron resultado, y que no fluyen sino a través de mis labios las palabras enternecedoras que dan vida a mi mundo perverso, mutilado y turbulento.

Resucito. Como el ave fénix. Sonriente, pese a las espinas.

No fueron tres días, pero igual se sintieron.

Amanda Cabot

lunes, 28 de enero de 2008

Ha llegado el fin de esta aventura

Después de un largo recorrido, mi queridísima Amanda comienza a retirarse. Pasa a ser más un personaje de un sueño casi heroico, una luchadora que pese a los obstáculos y sus múltiples caídas (pasaba en el suelo la pobre) logró ponerse de pie, con una sonrisa y la mejor de sus pintas.

Pero ya su hora ha llegado. Nuevos soles tratan de invadir ahora mi mundo, y Amanda, con su mirada perdida en el abismo que deja atrás, debe decir adiós. O hasta que el camino nos vuelva a juntar.

Gracias por todo, Amanda. Espero darte el lugar que mereces en mi historia.

martes, 22 de enero de 2008

Lo extraño!!!

No sé si es un síntoma de inminente solteronía asumida. O la conciencia de haber pasado un caluroso fin de semana estival sola y encerrada en casa. De allegada, más encima. O la imposibilidad de desenredar la madeja de ideas incoherentes que suelen atacarme como tropa de asalto, y que urgentemente requieren de la comprensión de un par de amables orejas que me escuchen sin criticar.

El caso es que echo de menos a Gatoku. Mi niñito! Debe estar pasándolo increíble en la playa, a donde lo mandé con mis padres para evitar su muerte por aburrimiento y calor. Pobrecito, un par de días en Santiago y ya se estaba rostizando. Sin contar con la enorme cantidad de veces en que me despertaba para que le abriera la ventana, haciendo caso omiso de mi biológica necesidad de conciliar el sueño por un lapso de tiempo razonable.

De verdad lo estoy extrañando. Aunque sé que es mejor mil veces que esté cazando aves incautas en la casa de Pichilemu, antes que estar acá escuchando las locuras de su ama trastornada. Allá no, el perla tiene un escondite fantástico para emboscar a los pájaros que tienen la osadía de picotear las verduras que con tanto afán mi tía Rosa se ha dedicado a sembrar. Hasta vi con mis propios ojos el momento preciso en que de un zarpazo arrebató la vida a uno de esos bichos! Sentí una mezcla de orgullo y temor, considerando que estaba durmiendo con un asesino...

Si es posible lo dejaré todo el verano por allá. Acá es poco lo que puedo darle, ya que paso todo el día trabajando y llego en estado de bulto a la casa. Y bueno, pronto llegará el día en que pueda salir del estado de indigencia en que me encuentro, y encuentre un buenísimo departamento cercano a mi trabajo, donde pueda arrancarse, subir árboles y dejar su huella sangrienta por los techos.

Te extraño, Gatoku!!!

Esperarás mi regreso?

Esperarás a que las horas dejen su huella en el aire, y traigan de regreso las caricias de noche y niebla?

Cuando el silencio se hace cómplice a hurtadillas, robando el misterio de una cita escurridiza. Te arrojas a mis pies, y dominas mi soberbia con tu risa burbujeante, y esa luz eterna que me llena aún en la oscuridad más espesa.

Esperarás bajo la luz extinta de tu madriguera a que mis ropas caigan como pétalos mecidos por el viento, y que el éxtasis de tu vientre en llamas me condene a suspirar por tu abrazo?

Como destellos en el fondo de una quebrada, mi aliento se desinhibe; mi voz recuerda trozos de leyendas, y caigo, domada y fiera, mordiendo la fiebre que consume las viejas heridas.

Esperarás a que tu nombre sea dicha y desvelo en mi sangre, a que las estrellas dejen su rastro sonriente sobre mi piel quemada, y a que de mis manos resbalen, sumisas, las lágrimas sedientas de una pasión renacida?

Y llegaré desde mi mundo paralelo, con el sólo anhelo de murmurar conjuros en el pliegue tibio de tu cuello.

Esperarás mi regreso?

lunes, 21 de enero de 2008

Es acaso la noche pretexto?

Encendería tu cigarro, mordiendo mi labio, mirándote con desafío y soñando con las noches de tu almohada.

Bebería la sal contenida en tu vaso. Rodearía una vez tras otra el pliegue de tus hombros con la punta de mis dedos vacilantes.

Es acaso la noche pretexto para que sigas lejos, para que olvides mi reflejo en el agua? Tengo sed de una caricia lenta, de tu boca rozando el umbral de mi delirio.

Calma mi temblor, dame un destello de armonía. Cruza tus brazos sobre mi espalda, que la oscuridad aún amenaza con apoderarse de mis lentas horas muertas.

Sigue diciendo mi nombre en voz baja, que pronto caeré sobre tus pasos, y llenaré tus días con el color alegre de una risa inquieta.

Esa mirada.

Esa mirada, carcomida por el peso de la incertidumbre, no me hace bien.
No me hace bien ese silencio, esa falta de confianza en el porvenir.

Que dejó mancillada mi alma.
Que me quitó la fe que tenía en las ilusiones.

Esa mirada triste sólo trae congoja a mi espíritu.

Ya no quiero esa sombra ennegrecida en el fondo de mis recuerdos.

domingo, 20 de enero de 2008

Y seré alma nativa

Qué caminos desconocidos pretenden abrirse ahora paso hacia mi faz desnuda! Siempre es más fácil huir, correr como si el alma se me fuera a partir en pedazos nuevamente, y olvidarme de ese halo de vida que se cuela por mis dedos.

Pero quiero romper con ese miedo injusto que me paraliza. Quiero olvidar la mancha infame de mi pasado y sonreir, desvergonzada, ante el elíxir de unas manos ansiosas que procuran devolverme la fe.

Y lanzaré a los vientos un juramento, y seré alma nativa. De mi pecho desbordarán los sentimientos, y ya la noche no será más tormento si no cómplice y cautiva.

Ya mis lágrimas no serán si no un recuerdo más de tantas aventuras olvidadas.

Este es mi desafío. Ahora sabré si hay corazón digno de tomarlo como cruzada.

viernes, 18 de enero de 2008

Los surcos de mi estela en tu almohada

Qué es esto que me dicen que sucede, cuando el pulso se detiene y el aliento parece enfermo? Cuando las palabras fluyen sin pensarlas, y mis manos se obsesionan con tu piel de arena y marea.

Qué poder ciego se apodera de mis sentidos, y me trae de vuelta el recuerdo de tus caricias sin freno? Un rincón en la arboleda; los astros como testigos caprichosos. Los vidrios empañados, y el temor desafiante de ver pasar otras gentes...

Qué conjuro invocaste en mi nombre, que sólo en tu abrazo mi boca encuentra descanso? En el ritmo de tu prisa, en mis dedos corriendo sobre tu espalda, y el sonido del agua eterna cubriendo nuestros pasos.

Quizás pases las horas observando los surcos de mi estela en tu almohada. Quizás el silencio sea mi cómplice en esta arriesgada maniobra de susurros y cuerpos temblorosos.

Mientras esta luz quiera seguir encendida le enseñaré al viento las canciones que en tu nombre dejo escapar de mi pecho.

jueves, 17 de enero de 2008

Qué susto!!!

Acabo de vivir una experiencia de la dimensión desconocida. Pasan cosas raras en este mundo. Y eso que soy yo la que está loca.

martes, 15 de enero de 2008

No sé qué haces esta noche.

No sé qué haces esta noche, lejano cómplice de mis andanzas que cultivas en mi rostro sonrisas hasta ahora desconocidas.

Miro a mi lado y me pregunto de qué color son los recuerdos que me traen a tu memoria. Cierras los ojos, e invocas nuestras horas mordiéndote los labios, como yo?

Y aunque el mundo diga que es locura siento una caricia nueva que fluye por mis venas; quiero tenerte atado al designio de mis pasos, y a la vez dejar que corras lejos, para encontrarte en un abrazo sin pausas...

No sé qué haces esta noche, ladrón de besos intensos, que apuestas a cada instante el futuro de mi dicha y mi desconcierto. Tal vez mi silueta se perfile en los rincones de tu cuarto, y tus manos aferren el aire pensando que es mi cuerpo susurrante.

Busco la fe perdida en el fondo de tu marea. Podrán ser menos negras mis profundas pesadillas?

domingo, 13 de enero de 2008

La mar estalla.

Y te miro, cortina que luces exuberante, magnífica. Siento que mi sangre corre al compás de tu estruendo, y que me pierdo en cada gota que cae, enaltecida. Que renazco con sólo observar tu grandeza.

Qué parte de mí se mueve a través de tus corrientes? Observo tu cadencia, y vuelvo a creer en la ilusión de que vivo.

Tanto o más mujer que yo misma. La mar alborotada. La mar en calma. Es la madre que me acoge, y me empuja a saber qué ritmo tiene oculto el mundo.

Serena tras el éxtasis. Soberbia en su belleza. Plena como fémina que revive al abrazo de su amante, que entrega sus dones por el simple placer de amar sin ataduras.

La mar estalla. Vuelve el cielo a presentar sus respetos.

Amanda Cabot.
Enero 12, 2008.-

Promesa

"Y no tendrá mi templo secretos para sus dedos inquietos".

Amanda Cabot.
Enero 11, 2008.-

Todo lo que quiero

Todo lo que quiero es perderme en sus ojos de profundo mirar. Dejar que vaguen por mis formas las caricias trémulas de su aliento nocturno. Entrar en la batalla contra el pasado y la nostalgia sonriendo confiada.

Todo lo que quiero es la bendición de su abrazo, y la plácida compañía azul de sus tiempos sin prisa. Inventar historias ciertas sobre el amor y la lujuria, y emborracharme de gloria en cada matiz que deje su huella.

Todo lo que quiero es dormir en su pecho, y despertar con la dulce complicidad de un beso a escondidas.

Amanda Cabot.
Enero 11, 2008.-

domingo, 6 de enero de 2008

Quise creer

Quise creer.

Por un instante fugaz se me ocurrió que el sol dejaba caer su aura sobre mi frente cansada.

Pensé que el día era luminoso, y que la noche traía susurros de cálido abrazo.

Hasta imaginé mis pasos tomada de la mano de un guerrero fiel.

Quise creer.

En su voz vibrante, en la complicidad de sus caricias, en las horas alegres de cantos y juegos, en la agitada fiebre que consumía mi sangre.

Olvidé que mi ruta está marcada por un destino siniestro, y que sin saber por qué no puedo volver a creer.

Que no tomo otras manos que las del frío destierro, y que la luz matutina sólo marca el destino de los elegidos.

Que maldijeron mi nombre, y condenada estoy a mirar mis ojos tristes en el espejo sin tiempo de la desgracia.

Fue bello creer.

Cariño que no me quisiste

Cariño que no me quisiste. Tan distante resultaron mis voces, que preferiste inventar que no existía y simplemente huir ante mi sombra?

No puedo nombrarte, ni siquiera verte, porque no eres el que creí descubrir, y destruíste en un instante cualquier atisbo de sueño que tímidamente se iba levantando desde mis cenizas.

Déjame morir en el silencio. No detengas tu paso siquiera a mirar el despojo de mi alma brillante que queda varado en el camino.

Sólo llévate tu recuerdo, que ya no quiero esos reflejos despertándome en el encierro.

Es una enfermedad

Es una enfermedad, un rito de dioses crueles. Caída en tiempo libre, desangrada, murmurando un nombre prohibido que no está a mi alcance.

Es un mal, un tormento incesante. Diéronme a beber veneno, mortífero elíxir, y ahora se adueña de mi alma y me hace odiar las horas, todas, que se deslizan silenciosas a mi lado.

Es una parodia, la triste representación de un payaso desahuciado.

Habrá en algún momento paz para este espíritu torturado?

Aguardo en el silencio

Aguardo en el silencio que las rendijas de tu amor extinto vengan a mi lado. Que la quietud de la mañana nos encuentre tomados de las manos, como en plegarias, bendiciendo la calma que me deje oir hasta tus pensamientos más ocultos...

Aguardo como una niña embelesada, cuyos ojos se convierten en pozo profundo de sorpresas y maravillas. Como si en la hora que me ata no existieran más que mis recuerdos en tu mente y sobre tus pasos...

Y aguardo simplemente, como se espera que la tarde se pierda en la mirada de los viajeros. Que no sé si tus labios pronuncian mi nombre, ni si tus dedos dibujan en el aire los contornos de mi cuerpo.

Sólo aguardo que un milagro nazca a mis pies.

viernes, 4 de enero de 2008

Romántica viajera

Sí, soy una romántica. Quiero tenerlo todo: que me conquisten con una caricia imprevista, que me regalen canciones de otras eras. Que despierten mis sentidos con murmullos deslizándose por mi piel ansiosa...

Una flor en pleno invierno.

Un abrazo de madrugada.

Es mucho pedir?

Cada vez que tomas mi mano

Este es mi camino, ésta mi silueta recortándose al viento. Es cierto; cargo misterios, busco miradas pero huyo de los miedos.

Si vas a abandonar mi ruta hazlo ahora, sin demoras. No esperes a que mi corazón desborde de anhelos, ni me dejes tendida en el pavimento. Que el recuerdo de las horas negras está demasiado cerca; sus aromas de soledad incierta aún envuelven mis delirios.

Si vas a alejarte de mis pasos sólo di adiós, y vete. No me dejes esperando frente a una hoja en blanco, preguntándome si acaso no fui la más bella ni la más cierta. No enciendas fuego en mi retina, que el vacío aún me amenaza, mirándome a distancia.

Y si tu piel llama aún a la mía déjala que grite, y encuentra mi sonrisa. Que no entiendo más que el lenguaje del roce de tus dedos, y la paz que se apodera de mi alma cada vez que tomas mi mano.

Una experiencia mística con Iron Maiden

Ayer estaba triste. Tras los sucesos de año nuevo, que me devolvieron la sonrisa y las ganas de levantarme en la mañana, me enfrenté inesperadamente a una colisión brutal. Desde el rincón más inesperado de mis afectos recibí una andanada de insultos, merecidos o no da lo mismo, pero que me tuvieron bien cabizbaja no por el calibre de las palabras, si no por la intención que pude sentir en ellas.

Así andaba, molesta, incómoda, hasta que tuve que hacer una cola inmensamente larga en un banco. Pensaba en esos avatares cuando llegó a mis oídos la música inconfundible de Iron Maiden, que generosamente compartía otro chico que estaba en la fila. Fue cosa de empezar a mover el pie siguiendo el ritmo, para sentir que un volcán entraba en erupción dentro de mí.

Y qué tanto? Puede ser que me haya equivocado, que mis decisiones no hayan sido las mejores, pero nadie puede negar que me he hecho pedazos el lomo y la cabeza para sacar adelante mis proyectos. Que ni vida personal he tenido en el último año, por dedicar todas mis energías a trabajar. Que los fines de semana para mí no cuentan, y he postergado mi propio ocio por cumplir con las expectativas que en mí se pusieron. Que incluso cuando no podía levantarme y ni siquiera comía igual lo único que intentaba hacer era prender el compu y seguir produciendo.

Esa soy yo. Medio loca? Loca entera! Vivo en un mundo paralelo; las reglas de la sociedad no existen en mi espíritu, y mientras todos miren hacia el suelo yo estaré buscando el detalle poético en las luces del amanecer.

Pero soy el ser humano más aperrado que conozco, el más jugado, y el que si tiene que sacarse la comida de la boca por los suyos lo hace.

Por eso entiendo que puede haber molestia y hasta enojo hacia mi persona por no haber logrado todo lo que de mí se esperaba. Lo siento; hice mi mejor esfuerzo, más soy humana y tengo límites. Pero eso no justifica que deba recibir una cantidad inconmesurable de insultos gratuitos, que deba aceptar que busquen en mis acciones malas intenciones, y que antes de taparme de malos comentarios y frases siniestras no se acuerden que cada vez que me necesitaron estuve ahí. Porque a final de cuentas eso es lo que vale. La plata se la lleva el viento.

Y Iron Maiden me trajo de vuelta. Sentí cómo corría por mis venas, despertando de su letargo, la energía vital que siempre ha movido mis pasos.

No me verán rendida. Si debo salvarme sola, lo haré, como siempre. Pero no dejaré de ser yo, viva, loca y rematada. Pero llena de un amor incontrolable hacia quienes quiero. Espero que eso no se les olvide.

miércoles, 2 de enero de 2008

Reflejo de estrellas

Dame la paz de morir en cada reflejo de estrellas. De vibrar con los sones enardecidos del viento jugando con mis cabellos. De enloquecer de fiebre y delirios con el roce de tus manos.

Dame la urgencia de un beso en cada momento. De extinguir mi sed milenaria con el calor de tu cuello. De provocarte sin tregua, con tormentos y deleites en la mañana.

Dame un motivo para creer en tu abrazo, y desafiar al vacío entre tu cuerpo y el mío.

Amanda Cabot.

Enero 1 de 2008.-

Agradecida de la vida

Terminé el año echando pericos por lo catastrófico que fue, pero ahora, con la tranquilidad que me da el haber comenzado este nuevo ciclo con el pie derecho, miro atrás y siento agradecimiento.

A los amigos y amigas, pocos pero buenos, que estuvieron a mi lado, compartiendo mis risas y mis lágrimas.

A mi familia, que en bloque se alineó junto a mi lecho y me dio la tranquilidad de saberme querida y aceptada pese a mi locura eterna.

A aquellos que me dejaron, que liberaron su espíritu y marcharon lejos, pero que antes de irse tuvieron un gesto cariñoso para mí.

A los locos amores del verano, que con sus historias, aventuras y sencillez me abrieron paso al mundo, y despertaron en mi espíritu las ganas de volar.

Al frío del invierno, que me hizo encontrar refugio en mis propias cobijas, en mi interior y en mi fortaleza.

A un hombre alado de ojos tristes, que con su paso fugaz por mi ruta encendió el fuego de mi talento olvidado y me empujó al reencuentro con mi vocación renacida.

A toda la experiencia, mala y buena, que me hizo bucear en las aguas más profundas y oscuras, para elevarme un día, limpia de temores y sedienta de vida.

Y a esa noche llena de luces que me trajo el regalo de volver a creer.