domingo, 29 de junio de 2008

El clamor de los cielos

Mira mi luna brillando en el silencio y la quietud de mi invierno. Mírala, sonríe desde lejos, aquiétala en el temblor inconsciente de tus labios susurrando mi nombre.

Son las alas del destino las que me llevan en su ritmo.

Son mis dedos, vacilantes, quienes me desafían a ser paciente.


Mira mi estela perderse en la bruma. Caen las hojas no escritas que guardan la semilla de mis anhelos. Y es mi rostro el que se desprende en cada lágrima por tu ausencia.

Porque el fin de la espera aún no se acerca.

Porque caigo en el sopor de la vigilia, y mis sueños se retuercen como almas despeñadas.


En mis manos se dibuja una historia de batallas y pesares. Pero el clamor de los cielos anuncia una victoria.

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