Esta vez quisiera llevar mi alma al lugar sin memoria, donde las piedras del pasado ya no importen, y sólo existan mis huellas borradas en la arena.
Dibujar surcos sobre mi piel herida...
Que sea el viento quien recoja mis plegarias. Ya no habrá fondo, ni testigos; me marcharé envuelta en un halo de plata, y mil espejos reflejarán mi nombre en la oscuridad.
Esta vez quiero sellar mis labios con una canción decepcionada; mis dedos sólo vagarán sobre la superficie inmaculada de nuevos papeles para grabar silencios y murmullos.
Dicen que el dolor sólo cava hondos surcos en el alma, y entre más profundos, más amor pueden contener.
Sólo me pregunto, entre una y mil caricias desplomadas, si habrá un mañana en que mis ojos no sangren, si mi corazón se enfriará y sólo responderá con sonidos en las piedras. Si mi cabello caerá, y los sueños jamás se harán realidad.
Después de todo, cómo podría creer que serían ciertos?
domingo, 8 de junio de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario