lunes, 21 de enero de 2008

Es acaso la noche pretexto?

Encendería tu cigarro, mordiendo mi labio, mirándote con desafío y soñando con las noches de tu almohada.

Bebería la sal contenida en tu vaso. Rodearía una vez tras otra el pliegue de tus hombros con la punta de mis dedos vacilantes.

Es acaso la noche pretexto para que sigas lejos, para que olvides mi reflejo en el agua? Tengo sed de una caricia lenta, de tu boca rozando el umbral de mi delirio.

Calma mi temblor, dame un destello de armonía. Cruza tus brazos sobre mi espalda, que la oscuridad aún amenaza con apoderarse de mis lentas horas muertas.

Sigue diciendo mi nombre en voz baja, que pronto caeré sobre tus pasos, y llenaré tus días con el color alegre de una risa inquieta.

1 comentario:

claudio espinosa dijo...

Lo siento,llegué por casualidad a tu blog,es hermoso cómo pones en el papel de la virtualidad una emoción hecha ternura