domingo, 6 de enero de 2008

Quise creer

Quise creer.

Por un instante fugaz se me ocurrió que el sol dejaba caer su aura sobre mi frente cansada.

Pensé que el día era luminoso, y que la noche traía susurros de cálido abrazo.

Hasta imaginé mis pasos tomada de la mano de un guerrero fiel.

Quise creer.

En su voz vibrante, en la complicidad de sus caricias, en las horas alegres de cantos y juegos, en la agitada fiebre que consumía mi sangre.

Olvidé que mi ruta está marcada por un destino siniestro, y que sin saber por qué no puedo volver a creer.

Que no tomo otras manos que las del frío destierro, y que la luz matutina sólo marca el destino de los elegidos.

Que maldijeron mi nombre, y condenada estoy a mirar mis ojos tristes en el espejo sin tiempo de la desgracia.

Fue bello creer.

3 comentarios:

Marcelo Osorio dijo...

Hermosa prosa.

El sol de tu alma basta para dar calidez, los días los iluminas simnepre tu y las noches también.
Y si ves solo un par de huellas en la arena no te decepciones, es tu guerrero que te lleva en sus brazos

Anónimo dijo...

Precios tu blog, me gusta como escribes. Yo tambien tengo bastante aficion por la escritura y la lectura. Me ha gustado... me pasare a menudo por aqui. Un beso

Lilian Flores Guerra dijo...

Marcelo, muchas gracias por tu comentario. Tus palabras siempre serán bienvenidas por acá.

Loriehn, qué bueno que pasaste! y pude ver que fue por una espectacular foto de mi ídolo (ese sí es un hombre!!!). Pero los caminos de la vida suelen ser misteriosos... encantada de que pases cada vez que quieras.