miércoles, 9 de julio de 2008

¡Déjame despertar!

Dibuja en mi almohada los ecos de una noche infinita. Trae en tus manos el reflejo sereno de los astros, como amigos, como cómplices despiadados de mis juegos en tu vientre.

¿Acaso el tiempo se escribe con letras de sal, y esperas sin destino?

Sella mi boca y deja escapar sólo un suspiro. Mi espíritu enciende colores y derriba miserias. Suena una nueva canción en el telón de mis ilusiones.

Quiere la luz sacar ventaja, y romper con siglos de melancolía.

¡Déjame despertar, y seguir siendo amante en tus brazos!

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