Mentira! esa loca que a veces trata de gobernarme intentó, por un momento, ponerme fuera de órbita.
No se puede vivir sin un poco de melancolía en el alma.
He aquí que vuelvo, gloriosa y más llorona que nunca, a gritarle al mundo que sigo viva, que los intentos desesperados para mandarme a territorios desconocidos no dieron resultado, y que no fluyen sino a través de mis labios las palabras enternecedoras que dan vida a mi mundo perverso, mutilado y turbulento.
Resucito. Como el ave fénix. Sonriente, pese a las espinas.
No fueron tres días, pero igual se sintieron.
Amanda Cabot
domingo, 16 de marzo de 2008
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