Otra vez apareció. En mis sueños, como cada cierto tiempo, sonriente, con su aura de éxito y a la vez la tristeza de ver sus anhelos hechos pedazos. Otra vez surgió en mi subconsciente, y me tuvo toda la mañana pensando en él.
Qué sería de mí si fuese más valiente, más osada, y a la vez menos prejuiciosa?
Tal vez sólo me habría encontrado un feroz dolor de cabeza.
En qué rumbos andará su mirada perdida?
lunes, 10 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario