Este es el último sábado que paso en mi departamento. El miércoles (supuestamente) volveré a la casa de mis padres, a un rinconcito que me dejaron para que pueda evolucionar y no quedarme anclada en la dependencia y los pagos.
Pensé que sería algo especial, pero sólo es otro sábado como muchos este último tiempo. A solas, en la intimidad de mi pieza, con el gato durmiendo a mi lado y el computador prendido.
Mientras afuera la gente se divierte, yo me doy cuenta de que estoy cansada, que estoy adolorida, que quisiera un masaje y (ojalá) algo tan simple como una caricia en mis cabellos.
Pero vivo las últimas horas en mi guarida atesorando cada instante, y tratando de olvidar algunos momentos. Porque me da tristeza pensar que soñé con una vida, y equivoqué el camino. Que cobijé mil ilusiones en la tibieza de estos cuartos, los que simplemente se desvanecieron.
Y ahora me voy. Quizás el destino me permita volver algún día.
sábado, 1 de diciembre de 2007
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2 comentarios:
Ningún camino es equivocado en la medida que te nutras de él, que mires hacia atrás y veas lo que has ganado, que siempre es más de lo que uno deja atrás, pues nada has perdido, sólo has ganado, experiencias y vivencias que te hacen ser la persona maravillosa que eres.
Frente a tus ojos el horizonte.
Frente a tus ojos, el infinito.
Y volví! después de mil vueltas y aventuras... volví, para escribir una nueva historia, y llenar otra vez este cuarto con risas y locuras.
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