martes, 20 de noviembre de 2007

Así se pasa la vida...

Me cayó un fatídico nuevo dígito. Y la vida sigue igual que siempre.

Anoche, momentos antes de dormir, pensaba en la importancia trascendental que daba cuando más joven a este acontecimiento. Si contaba los días que faltaban para que llegara "mi" gran hora, aquella en la que me sintiera importante. Hasta encontraba que los días eran distintos, especiales.

Hoy fue uno más de tantos días ajetreados. Con mucho calor, eso sí, y el alivio que representa poder adueñarme por algunas horas del auto de mi cuñada. Mirar de igual a igual a los (a veces) guapos conductores de aquellas 4x4 gigantescas, y creerme la muerte con mis bellísimos lentes ópticos de sol.

Pero lo partí con una sonrisa. Una ducha tibia y acogedora me lanzó muy temprano a las aventuras que me esperaban al volante, y corrí, corrí, por todo Santiago, multiplicándome en esfuerzos por lograr la meta deseada.

Y luego la calma... la placidez del hogar familiar, un rico almuerzo, una tortita de aquellas preparadas por las manos de mi madre... si hasta mi hermanito me honró con su presencia, llegando a placé a la comida, y riéndose del calor.

Pensé que nadie vendría, pero Cynthia (chiquita linda ella) se esmeró desde primera hora del día en decir presente. Y aquí estuvimos, revisando viejas fotos, emocionándonos con recuerdos del colegio, y admirándonos de la juventud exultante que nos sonreía desde aquellas viejas láminas.

Y ahora la noche nuevamente me acoge, y será como otro día, sólo que hoy recibí el cariño a distancia de aquellos que me quieren. Que se dieron el tiempito de llamarme (como Ingers y Ale, a primerísima hora, y Steph, que en medio de un despelote laboral me dejó un mensaje muy corporativo en el celular), quienes me persiguieron para darme un abrazo, quienes me mandaron un correíto desde lejanas latitudes, y hasta quienes utilizaron la vapuleada plataforma de msn para gritarme un mensaje de alegría.

Gracias a todos, a Pachi por su persecución, a Marcelita por sus cantos en el fono, a mis primas Alejandra y Andreíta, a mi cuñada que me dio el primer saludo, a mis padres (que llevan semanas preparando mi regalo...), a Cristian por su llamado en capítulos, a la Sandoval por su postal, a Adrian por llevar días saludándome...

Es como una caricia en el corazón saber que les importa mi existencia, y que me tienen en sus pensamientos.

Estas son las bellísimas flores con que Cynthia me regaloneó hoy. Qué lindo gesto! Y no sé si vio mi post, pero no podía haber elegido mejor las piezas del conjunto. Sólo yo desteñí, ya que por la poca costumbre de recibir flores no tengo ni un miserable florero, y tuve que recurrir al jarro del jugo...

3 comentarios:

Alberto dijo...

Hola, me están llegando muchos mensajes a mi dirección de correo (alabcar@hotmail.com) relacionados con el tema de la poesía. Después de leer tu mensaje llamándome Eduardo (me llamo Alberto)comprendí que se trata de un error. ¿Si es posible podrías solucionarlo? No es que no me guste la poesía pero el destinatario real no está recibiendo los mensajes. Un saludo.

Lilian Flores Guerra dijo...

Ja, qué pena. Parece que alguien plagió tu nombre para inscribirse en el grupo de escritores. Lamentablemente yo no puedo hacer nada.

Pazchina dijo...

ay q desubicado postearte una tontera en tu cumple galla,nada q ver, a quien le importa como te llames,minimo saludar no?...
Bueno amiga es obvio que a todos nos importas, con distintas maneras de expresarlo pero en fin estas en nuestros corazoncitos :)