lunes, 19 de noviembre de 2007

Esta noche cálida...

Esta noche cálida se hace inmensa. Parece devorarme, con sus ruidos, con la calma aparente de sus luces que me llaman.

Ese rumor constante, esa voz enronquecida que repite una y mil veces mi nombre. Quiero ir hacia ella y perderme en su misterio, sin saber si habrá un mañana, sin pedir permiso para respirar en su oscuridad.

Y mis labios serán secretos, y mis manos se entrelazarán sin prisas, en la última hora que me deja.

Pese a todo, aún no podré olvidar.

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