Crees que juego? Maldita sea la hora en que mis pasos me llevaron a tu ruina!
Ves en mí nobleza? Hecha trizas, mancillada, mi alma sale herida con cada palabra; el ronco retumbar de otras gentes perfora mi cabeza, y quiero escapar de este destino incierto.
Sonríes con mis letras. Supieras que por dentro hay sangre cubriendo las paredes! Que la noche no acaba nunca, que digo tu nombre y lloro de impotencia, de rabia contenida, de mil insultos que jamás llegaré a pronunciar.
Porque mientras me muero tú crees que juego.
jueves, 22 de noviembre de 2007
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