viernes, 16 de noviembre de 2007

Suspiro de luz.

Deslízate por las yemas de mis dedos y abandona mi guarida. Déjame sentir que la paz del vacío se llena con la sangre de nuevos días.

Qué insistencia en venir a golpear la puerta de mis sueños. Si ya te dejé libre, si eres hora muerta y deseo extinto, qué voces te llaman a mi senda!

Corre a través de mis sentidos; fluye, como el agua en un estanque abandonado. Déjame respirar; que mi aliento sea travieso, que mis ojos sonrían como antaño.

Abandona mis dominios. Quiero ser otra vez el suspiro de luz de una noche adormecida.

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