martes, 9 de octubre de 2007

Los míos.

Quisiera poder regalar más sonrisas a mi gente.

Hoy estuve con la familia de mi tío recientemente fallecido. Había animación en esa casa, con el alboroto de los niños, y la calidez de un hogar que siempre tuvo para mí sus puertas abiertas.

Pero algo faltaba. Se sentía el vacío dejado por la muerte y su paso cruel, y en la mirada de todos nosotros la nostalgia dibujaba círculos y nos daba un brillo melancólico.

Me gustó sincerarme. Sentí el calor de mi abrazo devolviéndome afecto sincero. Supe que no debo dejar que los vínculos se quiebren, porque nos necesitamos, al menos para reir un momento, para comparar nuestras respectivas terapias y tratamientos, para recordar a quien nos dejó sin obviarlo como si no hubiese existido.

Espero que el destino y sus trampas no me envuelva nuevamente, y que no rompa mis promesas, olvidando a quienes me entregan su cariño sin pedirme nada a cambio.

1 comentario:

Ramah dijo...

mi niña....tanto tiempo...veo ke vas por buenos caminos, la gente, la propia, la de uno...tu me entiendes..finalmente es la ke vale,,,el resto.....bueno..cuando hay suerte....pasan coillas...juajua....beno hermosa cuiate...un beso y un abrazo...espero ..no se cuando...ingresar al mundo de internet en otra ocasión y postearte....chau