jueves, 11 de octubre de 2007

Picándola finita...


Asumida: soy una cebollera.

No sé por qué no me había dado cuenta antes, pero veo que tengo un cultivo de cebollas en mi interior. Algo sospechaba, cuando al escuchar en la calle una canción romanticona se me caían las lágrimas si es que se parecía a mi requiebro amoroso del momento.

Pero ahora me superé a mí misma.

Hace algunos días, buscando música para escuchar en la nochecita (cosa que había dejado de hacer) de pronto me quedé en la radio Imagina, que en esos momentos tocaba alguna de esas canciones que escuchaba en mi niñez. Y me gustó. Y la seguí escuchando.

Y así por varios días.

Me encanta la cebolla! Camilo Sesto es un ídolo, siempre me gustó Emmanuel, veo las películas de Sandro, hasta le paré la oreja a Alejandro Sanz y encontré que sus letras eran bellas!!! Y qué decir de Nino Bravo, Salvatore Adamo, Leonardo Favio, los cantantes italianos y sus voces raspadas... estoy en el cielo. Si hasta Chayanne me cae bien!

Eso sí, debo decir en mi defensa que en mi lista de cebolla picada finita tengo algunas excepciones honrosas, que hacen un poco menos absurda mi romántica devoción:

- Luis Miguel. Me carga! Nunca me gustó, como que no le compro. Esa voz como de cabro cuico, de hijo de gerente que se trata de engrupir a la hija de la nana... además, si una escucha las letras se da cuenta que todas son onda "cumples los requisitos, eres apta para estar conmigo". Pedante.

- Arjona. Es demasiado pickle hasta para mí! Sus canciones sus puros contrasentidos, como versos flaites. A lo mejor rapeados al estilo Pulentos sonarían más decentes, pero por ahora paso.

- Cristian Castro. Es horroroso! Sus canciones son horrendas, las letras estúpidas, no tiene sentimiento para cantar... es atroz!

Y así algunos. Pero debo reconocer que me gustan muchas... qué atroz! Pero bueno, qué le vamos a hacer. Me gusta, y qué?

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