jueves, 13 de septiembre de 2007

Así, suavemente...

Así como se consuela a una niña asustada quisiera que me cobijara, en silencio, rodeando mi cintura y mordiendo mi pelo.
Así, suavemente, sin noción del tiempo que corre tras las culpas; que su voz llenara mi soledad con canciones desconocidas y notas no compuestas.

Así, con la firmeza de sus manos sosteniendo mi delirio, calmando mi pulso, rozando mis rodillas.
Así, dulcemente, sus labios resbalando por el margen de mi cuello, entonando viejas ilusiones olvidadas.

Así anhelo hallarme enternecida, suspirando por que la noche no se acabe, llenando su copa de sueños infinitos, volcando el calor de cien misterios en su mirada serena.
Así, desprovista de joyas y adornos vanos, sólo mi piel en el crepúsculo y su espíritu rodeándola.


Amanda Cabot.
Septiembre 13 de 2007.-
Así, simplemente, sin murallas que me enclaustren ni armaduras que lo alejen.

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