jueves, 20 de septiembre de 2007

Una maldita romántica

Lo asumo. Después de revisar algunos de mis escritos, de relacionar algunas películas que me conmovieron, de registrar algunos momentos de libros que hicieron temblar mi sensibilidad, tuve que reconocer que no soy más que una maldita romántica. Así sea.

Cómo no me di cuenta antes? Habría sido más sencillo, y me habría ahorrado hartos años de búsquedas insensatas, de disfrazar personajes con mis propios ideales, de sufrir con el incomprensible abandono de mis seres idolatrados. Creo que es muy sencillo. Soy una romántica, y por ende, estoy condenada a vivir a merced de mis sentimientos. Qué agotador! En fin, levantarme de una desilusión para volver a caer en otra, como en una fatídica rueda de la fortuna.

Con razón me quedo prisionera de unos ojos transparentes...




No hay comentarios.: