sábado, 22 de septiembre de 2007

Jane Eyre y el amor imposible.

Sí, amiga mía, me dio con tutti. La verdad es que hace años quería leer este libro, y anoche, mientras esperaba alguna invitación del destino a cabalgar por llanuras desconocidas, lo encontré. Y lo devoré. Y sigo en eso.

Es una historia absurda y poéticamente romántica, de esas que me tienen que gustar a mí porque la protagonista sufre como condenada, se le muestra una ventanita con una posibilidad de encontrar la felicidad, y cuando está a punto de hacerla suya ¡zas!, pasa alguna cosa y todo se va al carajo.

Jane Eyre... tan sencilla, tan correcta, tan modesta... tan terriblemente distinta a lo que soy yo. Lilium Iluminata... tan alocada, tan parlanchina, tan arrogante...

Claro que al final de la historia la niña buena recibe su recompensa y se queda con su macho recio. A mí, me deja el cuento comiendo chocolate y buscando nuevas historias trágicas para leer.
Cuál es la moraleja? Que hay que ser buena para obtener recompensa? Yo me considero buena, pero siempre salgo para atrás al sacar las cuentas. Hay que ser mala para que te vaya bien? Peor, si soy mala hago daño, me odian, me angustio y pierdo el sueño y el apetito. Y salgo para atrás igualmente, pero con una dosis extra de sentimiento de culpa. O sea, peor.

Parece que la única solución es mirar hacia el cielo, festejar el nacimiento del sol cada mañana, reirme de las gracias de mi mascota, suspirar con historias ajenas, mirarme al espejo y pretender que me veo bella con mi nuevo look (me saqué un par de añitos de encima), esperar que caiga la noche y dejarme llevar por la melancolía. Y así, continuamente.

Bueno, Jane, dios te bendiga en tu bendita bendición. Acá en el mundo real no pasan esas cosas.

3 comentarios:

Pazchina dijo...

Aún espero el link...

Anónimo dijo...

yo lo he leido al menos 5 veces..la última fue hace dos años y medio aprox..y también me encanta.
ursula

Lilian Flores Guerra dijo...

Pazchina: amiga! te mando al tiro el link. Como sabes, he andado en cualquier parte...

Ursula: oye sí, es demasiado bueno. Romántico, irónico e imposible.