domingo, 10 de junio de 2007

De ruinas e ilusiones

Soy demasiado orgullosa para soportar la compasión.
Mi tragedia es recibir un gesto amable pero distante sintiendo que un escozor carcome mis entrañas.
Estoy enferma de dolor y sueños pulverizados; en mi pecho se agolpan sentimientos encontrados, los que debería inspirar, pero que por alguna burlesca razón sólo quedan en buenas intenciones.

Tengo ruinas en vez de ilusiones, pero me declaro reina y señora de ellas, y me hago adorar por una fiel corte de gélido silencio.
No crucé con mi látigo el corazón de los mortales.
No vestí con mi manto las sublimes aspiraciones del alma humana.

Sólo me encierro en mi torre de hielo, y gobierno sobre las frías piedras que rodean lo que queda de mi espíritu.

Amanda Cabot.
Junio 10 de 2007.

Los dioses clamaron por mi sangre, y ahora con ella pagaré mis pecados y osadías.

2 comentarios:

Pazchina dijo...

Es tu hibris lo hace correr la sangre por tus venas,mueve tu existencia y te lleva a enceguecerte en esa torre de hielo moldeada finamente por tu persona y ayudada por tantos.
A veces perdemos el rumbo entre las piedras que quedaron repartidas por el camino, pero intenta mirar hacia atrás y ver si estas se unen.

Lilian Flores Guerra dijo...

Hoy miré hacia atrás, y lo que vi no me gustó. Tampoco me gusta esa imagen rabiosa que me devuelve el espejo. Espero que con el paso del tiempo decante y se vuelva algo bueno.