No tuve las palabras.
De alguna manera tu partida me tomó por sorpresa, con las prisas y la angustia dando vueltas en otros quehaceres, en otros rumbos.
Ayer reías con nuestras ocurrencias, con la voz acompasada y profunda de tu juventud siempre presente. Con el gesto amplio, los ojos comprensivos; jugaste con tus hermanos y su descendencia, mostraste tu lado duro, pero con visión de futuro. Abriste tu corazón a todos quienes nos sentamos en tu mesa, y sobre todo, después de muchos años, tuviste palabras dulces para esta oveja tan inquieta.
Hoy te dijimos adiós.
Recién ahora pude ver que era cierto; tus hijos lloraban, y yo junto con ellos.
Aún no tengo las palabras.
En mi memoria, sólo una imagen; tu figura, tu sonrisa, la mágica luz del verano que se iba. Cómo saber que también se llevaría tus pasos.
Lily.
Contigo y con los tuyos. Siempre.
viernes, 15 de junio de 2007
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2 comentarios:
No me queda más que acompañar el dolor que debes sentir junto a tú familia, y en esta última palabra deben buscar la fuerza para continuar adelante. Mis más sinceros respetos.
PLA
Patricio, muchísimas gracias por tu gentileza y por los buenos deseos, que sé que son de corazón.
Cariños,
Lily.
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