miércoles, 6 de junio de 2007

No quiero la sal, ni sus caricias de mentiras amables.


Cada vez que entra el aire en mis pulmones, duele. Cada vez que el frío golpea mis mejillas, tiemblan mis sentidos; la habitación da vueltas, y sólo puedo observar las líneas de mis sábanas perderse a la distancia.

Miro mis dedos, sutiles instrumentos del deseo, adormecidos y frágiles. Miro mis piernas; mi piel hecha jirones, las venas palpitando, pequeñas marcas de amores pasados y ruinas futuras.

No quiero la sal, ni sus caricias de mentiras amables. No quiero su voz aquietando mis temores. No quiero su mirada comprensiva, ni su gesto cariñoso, ni la tranquilidad de su paso lento y amigable.

Quiero su sangre. Quiero la angustia de su éxtasis irrumpiendo en mis heridas. Quiero su boca sedienta apagando la tortura en mi cuello húmedo. Quiero sus manos apoderándose de mis rincones, y su locura sin amarras enseñorearse de mi voluntad.

Quiero su alma envenenada a merced de mis abrazos. Quiero sus noches y sus desvelos; que mi imagen atormente su consuelo y lo someta a mi destino. Quiero ser diosa y esclava, figura y ternura, quiero complacer sus caprichos y morder su vientre con el ácido néctar de mi soledad.

Pero en la penumbra he de cerrar los ojos y volver a mi oscura guarida. El día y su gris esencia me aguardan, y otra vez olvidaré, como tantos otros ritos; quemaré mis silencios, y esperaré que el espejismo vuelva a clavar sus garras en mi ruta abandonada.

Amanda Cabot.
Junio 6 de 2007.
Y esperé… junto a una hoguera, viendo consumirse mis deseos y los últimos ecos de mis ensoñaciones más ingenuas.

3 comentarios:

Alberto Viera dijo...

apasionadisima, lo lei de una vez, te envuelve, es ritmico, deberias escribir algun ensayo o novela, tienes pasta.

Lilian Flores Guerra dijo...

Alberto, mil gracias, me diste un buen motivo para creer que debo seguir adelante. Aunque sea para estremecerme con mi propia desdicha.
Te mando un abrazo, y más tarde reviso tu blog. Vi que pusiste algo nuevo.

Lilian Flores Guerra dijo...

Ayer mandé este texto al grupo de escritores, y Liliana, de México, me dijo lo siguiente:

"MUJER, QUE BIEN ENTRETEJIDAS ESTÁN TUS PALABRAS,
CON LA SENSIBILIDAD A FLOR DE PIEL...
QUIÉN PUDIERA ESCUCHARTE CONTARNOS TUS SENTIMIENTOS
CON CADA VIBRACIÓN DE TU VOZ...

GRACIAS POR ESCRIBIR TAN BONITO.!!!!

ESTE ESCRITO SE ACERCÓ MUCHO A MI CORAZÓN....

BESITO DESDE MX

LILY"

Y le respondí:

"Liliana, muchísimas gracias. Me hace sentir bien saber q lo que digo puede
llegar al corazón de otras personas.

Espero leerte pronto.

Cariños,

Amanda".