miércoles, 20 de junio de 2007

Y juego...

Mi juego es peligroso. Pongo mis venas a merced de hogueras y lluvias, desafío las alturas y el viento que silba a mi alrededor. Tiento a la suerte, a las voces de pasados infinitos, que me dicen “detente”, y me lanzan dardos de temores absurdos.

Mi juego es perverso. Reviento la sed que ahoga mis palabras, cuelgo mi aliento de los clavos oxidados de un viejo muro, me dejo caer en manos de esbirros, y pido clemencia mientras llevo mi cuerpo al patíbulo.

Mi juego es intenso. Se alimenta del sudor y la sangre de mi pasión oculta, finge sonreír, y por dentro se atormenta con la duda de pesares y muertes, con las ansias de beber de su vertiente secreta, con la ruina y la belleza del elixir hecho vida.

Amanda Cabot.
Junio 20 de 2007.-

Y jugamos a esta eterna búsqueda, con las manos heridas y el alma hecha trizas.

1 comentario:

Lilian Flores Guerra dijo...

Y como todo juego, termina y quedo sola mirando cómo los otros corren a buscar refugio, mientras por mí sólo aguarda una nueva noche de calles perdidas y pasos olvidados.