Esta noche abrí la ventana, salí y miré las estrellas. Mi vientre se contrajo levemente, las luces parpadearon a la distancia.
No importan el frío, ni la oscuridad.
Sólo mi alma quiere saber que la tuya está en calma.
viernes, 29 de junio de 2007
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2 comentarios:
Hola Amanda, me gusta lo que escribes... al leer lo de la ventana me remitió a estas noches lluviosas y angustiantes porque no sé ni dónde ni cómo se encuentra mi adorado tormento...
Libita, gracias por leerme. Sí, acá no llueve, pero el aire está cargado con la ausencia y la distancia...
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