jueves, 26 de julio de 2007

Agosto

Ya llegará agosto. Nunca me ha llamado antes la atención tan poderosamente el arribo de este mes en mi calendario. Sólo recuerdo que en mi colegio básico se hacían actos por el natalicio de Bernardo O'Higgins (y más encima soy Carrerista, je).

Pero esta vez es diferente. No sé por qué siento que este agosto me traerá más de una bendición. No creo que en la forma de una fortuna monetaria (no ganaré mucha plata si sigo jugando en Xperto, aunque lo haré igual), pero es como si lo algo en el aire me lo susurrara...

Quizás es por la inminente batalla de color verde que comenzará a librarse en el jardín del lado de mi casa, que trae como visitantes cada año un par de caballos. En serio. Me produce una secreta sensación de bienestar ver esas apacibles criaturas paseándose en medio del prado. O tal vez porque los volantines comienzan a recorrer el cielo con sus piruetas de colores.

No lo tengo claro, y si miramos a mi alrededor hasta el momento no hay nada externo que me dé una señal. Es sólo mi corazón que me habla con una voz tranquila, inspiradora, que me insta a levantar la vista cada día, porque algo bueno llegará.

De partida hay muchas cosas que haré, y que hoy me di cuenta que las haría. Iremos con Ursula a vernos el tarot. También visitaremos el Parque de los Reyes en busca de un misterioso y sencillo sofá que me da vueltas en la cabeza. Saldremos por fin del encierro con Paz, y nos lanzaremos a la noche santiaguina para desarmarnos y bailar. Visitaré a mis amigas que no veo hace tiempo, y poblaré de nuevos colores mi hogar.

Y más aún... terminaré todos los tejidos invernales pendientes (para comenzar la producción de primavera), volveré a alentar a mi equipo en el estadio, y muy importante... me atreveré a ir al cine sola. Así es! Archivaré mi pavor al último escalón hacia la solterona empedernida (los dos primeros ya los di, la cadenita en la puerta y el gato), y no dependeré de ningún tipo de compañía, masculina ni femenina, para acercarme a la boletería, entrar y deleitarme con alguna película de mi agrado. Adiós temores! Total, soy soltera de más de 30. Y qué?

Será que el cumpleaños de Gatoku me trae motivos para celebrar? A lo mejor mi espíritu felino se está despertando, y saldré como gatita enamorada del amor a recorrer las calles y deslumbrar con mi sensual movimiento de caderas cuando circule entre la gente.

No lo sé. Sólo siento que agosto me trae cosas buenas, y quiero repartirme en mil sonrisas, para confortar a quienes necesitan de mi abrazo, para reír por la simple alegría de sentirme viva de nuevo, y para regalar mi corazón a un alma solitaria que lo esté esperando.

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