domingo, 22 de julio de 2007

Y ahora, qué nos queda?

Se acabó el Mundial, para variar ganó Argentina y nos dejó con las ganas de llegar a la final, los chicos se sacaron la mugre y se quedaron con el 3er puesto (siempre sube la moral terminar el tránsito con un triunfo).

Aparte del hecho que sin Copa América y sin Mundial mi espíritu sufrirá una sequía al no disponer de muchos partidos para ver desde la comodidad de mi casa (lo que me hace considerar seriamente la posibilidad de suscribirme al cable + CDF), me quedan dando vueltas algunas cosas en la cabeza, que si no las anoto se me olvidarán.


Cuando la actitud es lo que importa...

Salieron de Chile diciendo que querían ser campeones, y casi casi lo logran. Tenían un sueño, y nunca se escudaron en excusas para no cumplirlos. "Si queremos ganar el título tenemos que ser capaces de ganarle a cualquier equipo", decía Vidal en una entrevista, ante la pregunta por la posibilidad remota de encontrarse con Brasil en la segunda fase (fantasma que empezó a rondar por la mente de algunos periodistas y comentaristas pasados a susto, amigos de la calculadora y con una veneración casi demencial por los trasandinos y los cariocas).

Frente a Argentina les pasó la cuenta la inexperiencia y el oficio del rival. Se les pasaron las revoluciones (a veces cuesta distinguir entre pachorra y agresividad), pero corrieron hasta el último minuto, y no bajaron los brazos aún perdiendo 0-2, cuando Carcuro ya proclamaba el paso a la final de los argentinos.

Buena mentalidad, excelente actitud. Si se quiere empezar a pelear en las ligas mayores, hay que ponerse objetivos altos, y sobre todo, trabajar para conseguirlos, porque de puras ganas no vive el hombre. Pero de que ayuda, ayuda.


La prensa y su eterno conjuro de la mala suerte.

Nos hacen sentir que saber de fútbol es un privilegio sólo para pocos. Que si no se manejan datos estadísticos no somos nadie, mejor que no opinemos, y dejemos hablar a los que supuestamente "saben". Pero al momento de los quiubos el comentarista no "comenta", si no que repite lo que el relator ya dijo (y que todos vieron, y unos pocos entendieron). No se arriesga. No se proponen fórmulas.

Peor aún, son los primeros en subirse al carro de la victoria, y los primeros también en bajarse al primer inconveniente. No se la juegan, no son chicha ni limonada. Uno quisiera dos cosas: o que el comentarista se dedique a opinar estrictamente de lo deportivo, dejando de lado el color de la camiseta, o que de frentón se declare chileno hasta la muerte, y aunque nos vayan goleando por 6 a 0 (cosa que no es inverosímil, como quedó demostrado hace pocos días) rescate lo positivo, registre lo negativo, y por sobre todo, apoye al equipo y al país que está viendo.


No me los maleen, por favor!

Una cosa está clara, y es que la disciplina de los chicos de la Roja es excepcional. José Sulantay ha hecho un excelente trabajo en ese sentido (por eso sería ideal que me lo dejaran seguir trabajando tranquilo, y no lo echen a pique tratando de que por pocas lucas arregle en un pestañear el problema endémico del fútbol chileno), y ya están claras las consecuencias de aquello.

Pero por favor, le suplico a los mismos medios que hicieron un festín con el último episodio de Venezuela, dejen en paz a los chicos! Si todo el mundo critica a los adultos por faranduleros, si el exceso de carrete y las locuras le pasaron la cuenta a varios jugadores, si a todos nos molesta verlos más veces en las notas de SQP por la última conquista amorosa que en el resumen deportivo del fin de semana, por qué ahora tratan de hacer lo mismo con la sub 20? Casi se me cayó el pelo cuando vi a la polola de Gary Medel con sus dos hijos en Pasiones! Claro, muy lindo, muy emotivo, pero cuando se convierte a los muchachos en estrellas de rock antes de tiempo, lo más probable es que se repita la misma vieja historia: se les suben los humos a la cabeza, no respetan la autoridad de sus técnicos en los equipos (porque no va a estar Sulantay todo el tiempo encima de ellos), se les olvida todo lo que aprendieron, y al final, tenemos más ejemplos como Pinilla y el Mago Jiménez. Y hasta ahí no más llega el Dream Team, las ilusiones de soñar en grande, y el cambio de mentalidad del fútbol chileno.

Por favor, y esto va también para las familias de los jugadores, ni muy adentro que duela, ni muy afuera que no se sienta. Sean cordiales con la prensa, que mal que mal es una vía para estar en contacto con la gente que los quiere tanto, pero eviten andar ventilando sus cosas personales en la farándula. Ya está demostrado que por ese camino no llegamos a ninguna parte.


Agrandados... y qué?

Después de lo que pasó en Toronto mucha gente salió al paso diciendo que a los chicos se les "subieron los humos", que se agrandaron, que entraron a jugar con Argentina creyéndose ganadores, que se hicieron cambios de look y que se hiperventilaron. Mentalidad ratona. Cuándo vamos a ser grandes, si nadie quiere sentirse como tal? Qué tiene de malo que los muchachos se pinten el pelo como quieran? Tienen menos de 20 años! Yo mejor ni me acuerdo los inventos capilares que hacía en esa época...

Créanse grandes, cabros. Tengan las ganas, que si no se sueña no se logra la victoria, y a la señora que llamó por teléfono a un programa diciendo que ya se creían demasiado por hacerse trencitas... mejor preocúpese de su pelo y sus arrugas, porque para ser campeón hay que sentirse como tal.


Autoridades de mi país, no se olviden de otra promesa...

Dio gusto ver que no sólo para la Teletón se unen los políticos. Con lo que pasó en Toronto y su fucking real mounted police todos los colores del espectro salieron a exigir explicaciones (inspirados en Condorito, que lamentablemente también se fue preso), y la Presidenta salió al paso para exigir explicaciones formales al gobierno local.

Espero que no haya pasado de un exabrupto para ganar adherentes, que efectivamente al problema se le haga seguimiento, y que más temprano que tarde lleguen las ansiadas explicaciones y ojalá reparaciones (aunque sean morales), y que todo el país se entere y los jugadores puedan cerrar ese amargo episodio. Porque había que dar vuelta la página sólo para concentrarse en el partido, pero ya ganamos y ahora hay que cumplirse con lo que se prometió.

Ya la FIFA demostró una vez más que se lava las manos; nunca podremos contar con ellos, y sólo tenemos a nuestras autoridades, tanto del fútbol como políticas, para que este problema no quede olvidado y se haga justicia. Por nuestra salud mental, por la tranquilidad de los muchachos, y por el honor de un país entero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dale Campeon Dale Campeon!!!.


Niña: un consejillo, comentenles a estoy pibes que a patadas nose gana y que si van a pegar que le apunten a la pelota por lo menos porque las piernas duelen despues.

Lilian Flores Guerra dijo...

Facundo, se acepta el consejo, pero yo le agregaré algo: que tomen unas clasecitas de actuación, porque ya está visto que sobreactuar en las jugadas divididas favorece la impresión del juez.

Igual te mando un abrazo, y como te dije antes, que bueno que ganaron, porque los checos no eran equipo para la final.