jueves, 12 de julio de 2007

Siempre nos tiran a partir!!!




Estoy plenamente de acuerdo con la FIFA con eso de evangelizar en los partidos en contra del racismo. Está bien, me parece loable, además considerando que en Europa hay varios problemas al respecto.

Lo que me molesta de tanta globalización es este afán de colocar árbitros que tienen poca o nula experiencia internacional, con escasas participaciones en partidos decisivos, y que curiosamente siempre nos terminan perjudicando.

Debería estar feliz, celebrando un sufrido pero más que merecido triunfo de mi Rojita frente a los portugueses, bicampeones mundiales en esta categoría. Dominamos todo el partido, y más encima Sánchez nos dio una lección de empuje y garra al hacer todo el esfuerzo del mundo por mantenerse en el partido, pese a una dolorosa lesión.

Pero para variar nos tiraron a partir con el árbitro. De nombre irreproducible, los genios de la FIFA no hayaron nada mejor que poner a un representante de Malasia a dirigir un encuentro entre dos selecciones de países con una respetable tradición futbolística (más allá de la calidad y las vergonzosas escaramuzas de los últimos tiempos).

Craso error. No se la pudo el malayo con los jugadores; mientras a Sánchez lo tapizaron a infracciones y él mutis, un portugués se dio el lujo de quitarle una tarjeta (aunque lo haya expulsado después), se desesperó, echó a dos blancos, y para equilibrar las cosas no encontró nada más gracioso que poner la doble amarilla al goleador Arturo Vidal.

¿En qué piensan los de la FIFA cuando eligen los árbitros? No quiero pecar de segregacionista ni nada por el estilo, pero no entiendo cómo no piensan que los chicos son más sanitos, pero por lo mismo más emocionales, y por lo tanto, se necesitan referees con experiencia, con dominio, que privilegie el juego limpio y sepa meter en cintura a los rebeldes sin empapelar a tarjetas y ponerse histérico mandando jugadores a las duchas.

Inevitable. No pude dejar de recordar a ese monstruo llamado Lucien Bouchardeau (en la foto con pelo, a nosotros nos embarró cuando era un pelado), maldito engendro del demonio que le regaló a Italia un penal por una mano casual de Fuentes, cuando íbamos ganando el partido de primera ronda en Francia 98. De Níger era el perla. Níger. Ni siquiera sé si sigue existiendo ese país (me da lata revisar ese dato), pero dudo que ese árbitro haya dirigido alguna vez un pleito fuera de sus fronteras.

En resumen, aparte de mi dolor de cabeza agobiante, debo vivir ahora con el mal sabor de sabernos en cuartos de final, pero sin Vidal y probablemente sin Sánchez, a quien los portugueses repasaron en el suelo, y claro, Mr. Malayo "ni se dio cuenta".

Qué manera de echarle a perder a una el gustito del triunfo!

Cuando veo a este personaje me da miedo. Es el árbitro más famoso del mundo, Pierluigi Collina. Por qué no ponen gente de esta categoría a dirimir en nuestros partidos? Seguro que a éste no le quitarían las tarjetas, ni tampoco cobraría estupideces para compensar al equipo que va perdiendo.
Bueno, con esa carita, creo que cualquiera la piensa dos veces antes de irse en su contra. Qué susto!

No hay comentarios.: