viernes, 27 de julio de 2007

Un conjuro

A la luz de la luna, y con los dioses como testigos, desato un conjuro, una llave maestra, que quite los muros que te apartan de mi dicha y devuelva el fuego a tus sentidos.

Que te traiga a mis brazos, y haga revivir tus ilusiones.

Que quite los demonios de tu camino y entregue una sonrisa a tu rostro.

Que encienda llamaradas en tu vientre al invocar mi nombre.

Que ahuyente los miedos, y te entregue la fuerza que no ves en tu ceguera.

Que alimente tu sed por mi sudor, y encamine tus pasos a mi lecho.

Que dibuje las formas de mi cuerpo cada vez que mires el cielo.

Que en mitad de la noche te recuerde el sabor de mi piel en tu boca.

Que te encadene a mi pecho desnudo, ansioso por poseerme y esclavizarte en mis dedos.

Por mi alma que estalla en mil direcciones, por mi sangre, por mi espada, por el cáliz derramado en mis manos, te conjuro, a ti, a tu espíritu. Despierta.

Amanda Cabot.
Julio 26 de 2007.-
Un conjuro que devuelva tus labios a mi voz enronquecida.






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