lunes, 23 de julio de 2007

El olvido.

Despierto, y me hallo atada al silencio. Sólo una tenue luz cubre mi cuerpo adormecido. Ya no siento, ya no exhalo, mis manos no sangran por la ausencia, y mi voz encuentra un nuevo color de madrugada.

Mi cabello ha mudado la piel de sus serpientes. Mi rostro se estremece, pero en mis mejillas no se reflejan gotas de inercia.

Es una puerta más que se cierra. Un día más que se quema en su derrota, ávido, presuroso por dejar el pasado atrás, y entonar una nueva canción.

Y el olvido...

El olvido me dejará sin agonías. El olvido cruzará mi aliento con un velo rasgado.

Sólo espero que mi corazón no se seque y encuentre una fuente para beber nueva vida.


Amanda Cabot.
Julio 23 de 2007.-
El olvido invocará mi nombre en un altar en llamas.

2 comentarios:

Pazchina dijo...

Nocturno primaveral.
Casi veraniego.
Evocador de aquellas noches de calor húmedo en que desde lejanos parajes nos llegan las voces y sonidos de otros que viven.

Lilian Flores Guerra dijo...

Volverá la primavera.
Volverá la luz a mi andar.
No serán otros soñadores, si no mi propio pelo enmarañado el que envuelva su piel en mi regazo.