lunes, 9 de julio de 2007

El cielo parece olvidarme

De pronto mi fuerza se hace inercia, me tiemblan las manos, pierdo la fe, y dibujo círculos en el suelo. El aire se escapa, se nubla mi mente, y los demonios danzan a mi alrededor, burlándose y quemando las páginas de mi historia.

De improviso una imagen vale más que sus palabras. Se abre un mundo que me esfuerzo en ignorar, pero es evidente y sin misericordia. Mis anzuelos no encontrarán más que piedras, mis canciones se desvanecerán en un tardío olvido, la sangre formará cristales en mis venas.

Quiero creer, levantar la vista y encontrar la frágil belleza de sus ojos sumergidos en mi mirar. Dejarme llevar por la risa, por la promesa de una mañana sin escarcha, por mis pies a salvo de las trampas en la arena.

Y si es cierto que no sé amar? Si es verdad que mi corazón es de acero, que mis cabellos se convierten en serpientes, y que clavo dardos de hielo en las almas de los hombres? Si mis dedos están condenados al frío, y el calor de mi silencio se estrella en mis propios muros de piedra?

No espero dejarlos vencer. Niego sus avances, me atrinchero en mi sed de caricias blancas.

Y sin embargo...

Su voz se aleja y mis brazos quedan extendidos al vacío. Como la estampa de mis más profundos temores.

Amanda Cabot.
Julio 10 de 2007.-
El cielo parece olvidar que aún sigo latiendo...


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