sábado, 18 de agosto de 2007

Mi mano está sangrando... literalmente.

Hoy quise quedarme en casa. Ya llevo muchos días corriendo por todo Santiago, buscando colores para alegrar mi ambiente y también mi persona (he tenido suerte!). Ya necesitaba unos momentos de paz, para poner en orden mis adquisiciones, terminar algunos tejidos, y simplemente, descansar sobre mi cama nueva como una princesa.

Pero en la tarde comenzó la locura. Me puse de cabeza a ordenar todo, y no sé de dónde saqué fuerzas para mover el futón y el comedor, durante el proceso de poner las alfombras nuevas. Humildemente, creo que me quedó todo muy bello. Incluso hasta coloqué el boomerang que me trajo mi hermano desde Australia con ganchitos para colgar las llaves. Estaba en eso, y me machuqué un dedo. No le di importancia, pero ahora, mientras escribo, está sangrando.

Ahora debería descansar, pero mi amiga Paz insistió en sacarme a tomar aire nocturno, así que me estoy haciendo el ánimo para ponerme bella y salir de aquí. Hace mucho tiempo que no salgo un sábado en la noche. Si mal no recuerdo, desde el cumpleaños de Pazcita. Qué nos deparará el destino en esta oportunidad?

No hay comentarios.: